Meyer Landsman ha sido un policía muy exitoso, pero que desde que se divorcio de su mujer, un par de años atrás, vive en un hotel de medio pelo dedicado al alcohol. En una noche de borrachera, le informan que uno de los inquilinos del hotel ha sido asesinado. La acción y el desarrollo es el de una novela negra, y esta sería otra más de esa lista, de no ser porque el asesinato ocurrió en Sitka, el distrito judío de Alaska que fue cedido de forma temporal cuando fracaso la creación de un estado judío en tierra santa...
El ambiente creado por Chabon para su distrito judío, es excelente, uno en efecto llega a creer que en realidad hay un distrito judío en Alaska, con sus propios mafiosos, sus problemas fronterizos con las reservaciones indias, y sus inmigrantes rusos y filipinos, y sus pequeños detalles de la historia alternativa desde la segunda guerra, que suelta aquí y allí. Ese es el punto que hace fuerte a la novela. Aunque como autor mainstream, Chabon no logra sacarle todo el jugo que podría.
Otro punto bueno de la novela son los personajes, muy bien elaborados, y cada uno con sus detalles particulares, diálogos y actitudes realistas. Su desarrollo es bien adecuado, aunque al final, en la solución de todo uno de los personajes hace algo que pues no me parece que hubiera quedado insinuado a lo largo de la novela.
En cuanto a la narrativa, pues es la actual narrativa gringa, fría y plana, de frases cortas, que hace que uno pueda leer y leer paginas sin cansarse, pero que a la vez uno siente muy mecánica (así es, la misma escuela de Stephen King, o Neal Stephenson en Criptonomicón, el punto bueno, es que Chabon es bien económico). El punto de vista esta obsesivamente pegado a Ladsman, lo que contribuye a esa sensación de automata.
Aunque la novela es buena, la historia es como tan natural que uno siente que le falta integrar más la especulación del setting. Es una historia alternativa que salvo algunos detalles a terminado en una sociedad prácticamente idéntica a la nuestra, por lo que se pierde mucho de la gracia de la elaboración, y a veces uno puede pensar que si cambia Sitka por Nueva York, tendría exactamente la misma historia. En ese aspecto, aunque Sitka rivaliza con el puente de William Gibson en Luz virtual, en su elaboración y estructura, la especulación de Gibson, es ordenes de magnitud superior (aunque eventualmente, pueda considerar a los polis Yiddish como una mejor novela).
La novela ya gano el Nebula y el Locus, y por lo que he visto es la gran favorita para el Hugo. Como no he leído otro nominado no se si sea la mejor del año, lo que si espero es que Chabon continúe en la ficción especulativa, y ojala más cerca de la CF & F.
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1 comentario:
Acabo de leer la novela y me ha encantado. Si hubiera más autores con la capacidad literaria para crear nuevas realidades con la credibilidad de Chabon, no tendríamos que leer alguno de los "pestiñazos" que se publican.
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