Luz virtual (1993). Es la primera presentación de la trilogía del puente, y se desarrolla en San Francisco, y donde una parte importante es el puente del Golden gate, que se a transformado en una especie de refugio de chabolas. En este mundo, la mayor parte de los asuntos policiales es controlado por supercorporaciones, uno de los protagonistas es Rydell un policía corporativo que tras recibir un mensaje falso es expulsado de la fuerza, su ex-jefe le consigue un trabajo como conductor de un detective en San Francisco. La otra historia es la de Chevette, una mensajera de San Francisco que roba casi sin querer una gafas de realidad virtual (de ahí el nombre de la novela), ella vive en el puente donde cuida de Skinner, un abuelo que la ayudo en el pasado. Por algún extraño motivo, que implica polís corruptos, y un asesino loco, el nuevo jefe de Rydell esta tras esas gafas, lo que llevara a Rydell a encontrarse con Chevette y vivir miles de aventuras. Una tercera historia, que sirve más para reforzar el backgroud del puente viene dado por Yamazaki, un estudiante japones de sociología interesado en el punte y que esta entrevistando a Skinner.
La historia es simple, y más orientada hacia la acción y la aventura, con personajes bien trabajados y una gran ambientación urbana, el puente de Gibson es aún más maravilloso y vivido que cualquiera de la mejores descripciones del sprawl y rivalizando con las de Japón en Neuromante y sus continuaciones. El puente, su sociología, su descripción y su ambiente son motivo suficiente para leer esta novela. Como en otras novelas de Gibson los personajes son marginales sociales que se hallan inmersos de repente y sin quererlo en una trama que va más allá de lo que ellos pueden ver o entender, pero en esta ocasión ellos pueden combatir y enfrentar ese destino. En el mundo del puente, la realidad virtual es mucho menos abstracta, aunque igualmente misteriosa, que la de Neuromante, y los ciberimplantes, prótesis y medicina callejera han sido dejados de lado, para ver tecnologías un poco más 'mundanas'.
Mundo espejo (2003). La traducción del titulo es un poco infortunada, puesto que hay un equivalente directo en español de Pattern recongnitions, y la metáfora del mundo espejo es limitada a comparar a Londres con NY. Para esta novela Gibson regresa a una única linea narrativa, la de Cayce Pollard, y además sitúa la acción en el presente, más por la onda del techno-thriller que de la ciencia ficción más estándar de sus trabajos anteriores. Cayce es una obsesionada por una serie de misteriosos videos colgado en i-net y conocidos como metraje. Su jefe, el multimillonario Bigend le pide que busque para el, al creador de esos videos. Gracias a unos 'amigos' virtuales del foro en el que ella participa sobre metraje encuentra que algunos fans japoneses han encontrado una marca de agua en los videos, ella viaja a Japón para conseguir esa marca y allá descubre unos misteriosos individuos que la están siguiendo. Todo eso matizado con el pensamiento continua de Cayce por su padre, que desapareció el 11 de septiembre.
En esta novela Gibson cambio por completo de objetivo, ya no se trata de marginales sociales, ahora los personajes (como los de los techno-thrillers) son profesionales muy especializados, en las altas esferas de la sociedad, pero dejándolos con dudas e incógnitas de la clase de lío en el que se hayan metidos. Aunque no se trate de algo novedoso, Gibson se interna de una forma excelente en las ensoñaciones de Cayce que habla con su padre en sueños, y el recuerdo del viejo Pollard esta siempre ahí rondando. La historia en general es muy similar a una de las lineas de Conde cero, una chama profesional de alto perfil, persigue una obra de arte misteriosa por medio mundo, a pedido de un multimillonario--y hay otro par de similitudes adicionales por ahí ;)--. Algo que se añora enormemente es una elaboración más de los paisajes urbanos y sociedades a la que Gibson me tenía acostumbrado, el moverse hacía el technotriller destruyo una de sus facetas más fascinantes, así los paisajes urbanos de Mundo espejo parecen más sacadas de artículos turísticos, que de la vivencia de los personajes (así Gibson visite Japón todos los años). Lo que hace fuerte a Luz virtual, es una decepción en Mundo espejo.
Pero la visión de Gibson de la tecnología sigue ahí y es sorprendente, haber escrito una historia sobre el boom de videos anónimos en i-net predijo (así fuera solo por un año) a youtube y como los vidz más anónimos de ese tipo de portales pueden transformarse en fenómenos mundiales (como Yasuri Yamile o Edgar cayo al río).
Pero aunque llena de ideas interesantes, y es en general el mejor techno-thriller que ha pasado por mis manos (incluyendo libros, cuentos, pelis, series de TV...), es la más débil de las novelas de Gibson que he leído, con un final predecible y la necesidad de dar una explicación intensa para dar coherencia a todo lo que ha pasado.
Por cierto, hay chisme de que se esta elaborando una pelí basada en el libro, ya veremos ;).
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