tag:blogger.com,1999:blog-49199573252951133132024-03-14T05:13:39.196-05:00Historias de cronopaisajes y de fomasLa fantasía y la ciencia ficción vistas como una doble espiral de piedras semipreciosasSalvahttp://www.blogger.com/profile/01062764779798191688noreply@blogger.comBlogger178125tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-25319659974953742802013-10-09T19:00:00.001-05:002013-10-09T19:19:07.282-05:00Por qué odio a Bernardo FernándezBernardo Fernández, BEF, no toma café y pide una Pony Malta. Saca cinco libros y los deja sobre la mesa: tres ejemplares de <i>La calavera de cristal</i>, novela gráfica que ilustró a partir de un guión de Juan Villoro, y dos de <i>Espiral</i>, su “cómic recursivo”. Aprovecho que uno de estos no tiene plástico y lo ojeo. “Pensé que era una autoedición”, le confieso. Hasta el momento sólo lo había visto por fuera y aparte de su nombre, el título del libro y las encomilladas celebraciones de la contraportada no hay más datos externos. “No, es de Alfaguara, sólo que el tonto del diseñador no pudo poner el logo aquí atrás. Yo quería que se supiera que era de Alfaguara, claro”. Pero antes de eso agrega (mi sic): “A esta edad uno ya no puede autoeditarse. Hace años era punk y sacaba mis fanzines”.<br />
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Nosotros traemos nuestros ejemplares de <i>Espiral</i>. Guarda los suyos mientras nos pregunta dónde y cómo los conseguimos, y a medida que le describimos la vuelta, incluyendo el temor de que no llegaran antes de que él se fuera del país, y que todavía estamos esperando unas copias de <i>Gel azul</i>, y que no fue posible encontrar <i>Hielo negro</i> a un precio decente, medio agranda sus ojos pequeñitos. “Pues me hubieran dicho y yo los traía”, trata de resolver, pero ni modos; para esas analepsis, la (ciencia) ficción.<br />
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Firma los libros con un Sharpie negro y la cabeza un poco ladeada, como si viera con un solo ojo o estuviera copiando de algún lugar el dibujo con que acompaña cada autógrafo. Hace robots y una especie de mostro ojón de boca pequeña. Un BEM dibujado por BEF. Le encargamos un robot para la dedicatoria del libro que nos vamos a quedar y le hablamos de nuestra colección en la librería. Él nos cuenta que también los colecciona y que tiene muchos (“más de 70 robots de juguete”, condenada biografiita). Los que han visto los nuestros pueden reírse. Pero entonces se niega a dedicarnos uno de nuestros cuatro libros y en cambio vuelve a sacar uno de los suyos: “Por lo menos déjenme regalárselo”, dice. “¿Cuánto te tomó terminar <i>Espiral</i>?”, le pregunta Sonia Naranjo, que está tomándose un tinto. Sonia hizo el contacto de inmediato cuando se lo dijimos la misma tarde del martes, el último día de BEF en Bogotá. “Un año”, dice él, pausadito, como en todo momento, concentrado en el dibujo. “Sólo me tomó veinte años, pero lo logré: una novela gráfica”, se lee en el epílogo del libro. No ha tocado su Pony ni siquiera para quitarle la tapa. Sonia le pregunta si quiere descansar un momento de firmar. “No, yo feliz”, responde él frunciendo un poco los hombros.<br />
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“Con Pepe Rojo estamos preparando una antología”, dice luego, cuando ya ha terminado y estamos hablando de ciencia ficción. “Se llama <i>25 minutos en el futuro</i> y reúne cuentos de autores norteamericanos que no han sido traducidos al español”. Los cuentos, no los autores. Me llama la atención que diga norteamericanos. Imagino que incluso hay mexicanos, pero cuando da algunos de los nombres entiendo a qué se refiere: gringos ellos y un par de canadianos (mi sic). Está bien. A México siempre lo preferiremos de este lado de la América. Entre los nombres están Margaret Atwood, Terry Bisson, Eileen Gunn y Bruce Sterling. “Qué bien”, me emociono. Justo hace un par de semanas terminé de leer una novela de Sterling y pude recordar lo mucho que me gusta. Debe notarse: “¿Te gusta Bruce?”, dice. “Bruce es amigo mío”. Y para confirmarlo, subrayarlo, saca su <i>smartphone</i> y nos muestra unas fotos. “Esto fue en una cena en mi casa”. Hay un grupo de personas en una sala de paredes rojas de las que cuelga un par de diagramas de Astroboy. Sterling está en el centro, su esposa Jasmina es la única sentada, y a los lados están BEF y algunos amigos mexicanos de los que va dando nombres y una pequeña acotación: “escritor de ciencia ficción, escritora de fantasía”. Le cuento que esperaba conocer a Sterling hace cuatro años, cuando estuvo invitado al Encuentro Fractal 09, pero no pudo venir y en cambio mandó <a href="http://proyectoliquido.net/h2blog/394/fractal-09-el-video-que-nos-envio-bruce-sterling/">un video</a>. Lo mismo que a Lucius Shepard, que entonces tuvo problemas de salud y por estos días justamente se está recuperando en el hospital de una apoplejía. “Lucius también es amigo mío”, sonríe. Diría que lo está disfrutando. “Es un gordo como de 1,90. Cuando estuvo en México lo llevé a conocer el mercado de Sonora y estaba fascinado con las calaveras. Pero daba dos pasos y se quedaba sin aire”.<br />
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“La ciencia ficción en Estados Unidos no está pasando por un buen momento”. Al principio creo que se refiere a la calidad o a su propia versión de la muerte del género, pero antes de que alcance a llevar la conversación por ese lado agrega: “Si le dices a un autor que vas a traducir uno de sus cuentos, te lo agradece”. Mientras habla juguetea con su perilla canosa y rectangular. “Para la antología hicimos las traducciones nosotros mismos. Traducciones al mexa. Sólo uno de los cuentos estaba en español, el de Bisson, ‘Los osos descubren el fuego’, pero en una traducción españoleta. Si no son traducciones españolas, son argentinas, y no queríamos eso”. Terminamos hablando de ciencia ficción colombiana. Le contamos de las peripecias para conseguir los títulos y la sensación consecuente de estar buscando fragmentos de algo sin nombre en un paisaje todavía sin forma. Bueno, no fue tan elaborada la cosa durante la conversación, aunque esa es la sensación. “Pero la mejor novela de ciencia ficción latinoamericana que he leído es colombiana: <i>Iménez</i>, de Luis Noriega”, celebra, y luego: “Deberían rescatar a Rebetez”. Le pregunto si en México es posible conseguir números de <i>Crononauta</i>, la revista que Rebetez editó. Dice que no. Obviamente, dice su cara. Pero luego nos cuenta que un amigo suyo está en la tarea de digitalizarla.<br />
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Nos despedimos en la puerta del Oma. “También soy amigo de Rudy Rucker”, dice sonriente, por alguna razón distraída, mientras salimos. Shepard y Rucker están incluidos en la antología. Su vuelo sale temprano en la mañana del miércoles. Esa tarde Angélica me llama mientras peleo contra casi trescientas líneas sobre formas alternativas de generar energía en el Chocó. “Llegaron los <i>Gel azul</i>”, me dice.F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-48766297003132542912012-07-15T22:21:00.000-05:002012-11-14T20:49:32.961-05:00Las 101 mejores novelas de ciencia ficción, 1985-2010Veintisiete años después de que David Pringle publicara <i>Las 100 mejores novelas de ciencia ficció</i>n, Paul di Filippo y Damien Broderick adoptan la idea y para darle continuidad presentan <i>Science Fiction: The Best 101 Novels 1985-2010</i>.<br />
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Tristemente no tengo el libro en mis manos, así que la siguiente es apenas una comparación superficial de dos listas, con algunas observaciones, caprichosas en su intención pero más bien objetivas en su simpleza. La lista de Pringle se puede ver <a href="https://www.worldswithoutend.com/lists_pringle_sf.asp">aquí</a>, y la lista de Di Filippo y Broderick es esta (incluyo los títulos en español hasta donde me fue posible confirmar que existían traducciones; es posible que no haya encontrado algunos, así que agradezco cualquier dato al respecto; el asterisco indica que hay traducción pero el título en los dos idiomas es el mismo) (son libres de echar a rodar memes; ya saben: poseídos, leídos, etc.):<br />
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1. <i>El cuento de la criada</i> [<i>The Handmaid’s Tale</i>] (1985), Margaret Atwood<br />
2. <i>El juego de Ender</i> [<i>Ender’s Game</i>] (1985), Orson Scott Card<br />
3. <i>Radio Libre Albemut</i> [<i>Radio Free Albemuth</i>] (1985), Philip K. Dick<br />
4. <i>El eterno regreso a casa</i> [<i>Always Coming Home</i>] (1985), Ursula K. Le Guin<br />
5. <i>This Is the Way the World Ends</i> (1985), James Morrow<br />
6. <i>Galápagos</i>* (1985), Kurt Vonnegut<br />
7. <i>La mujer que caía</i> [<i>The Falling Woman</i>] (1986), Pat Murphy<br />
8. <i>The Shore of Women</i> (1986), Pamela Sargent<br />
9. <i>A Door into Ocean</i> (1986), Joan Slonczewski<br />
10. <i>Soldiers of Paradise</i> (1987), Paul Park<br />
11. <i>Life During Wartime</i> (1987), Lucius Shepard<br />
12. <i>Las torres del olvido</i> [<i>The Sea and Summer</i>] (1987), George Turner<br />
13. <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/02/c-j-cherryh-1988-cyteen.html"><i>Cyteen</i></a>* (1988), C. J. Cherryh<br />
14. <i>Neverness</i>* (1988), David Zindell<br />
15. <i>The Steerswoman</i> (1989), Rosemary Kirstein<br />
16. <i>Hierba</i> [<i>Grass</i>] (1989), Sheri S. Tepper<br />
17. <i>El uso de las armas</i> [<i>Use of Weapons</i>] (1990), Iain M. Banks<br />
18. <i>Reina de los ángeles</i> [<i>Queen of Angels</i>] (1990), Greg Bear<br />
19. <i>Barrayar</i>* (1991), Lois McMaster Bujold<br />
20. <i>Synners</i> (1991), Pat Cadigan<br />
21. <i>Sarah Canary</i> (1991), Karen Joy Fowler<br />
22. <i>White Queen</i> (1991), Gwyneth Jones<br />
23. <i>Eternal Light</i> (1991), Paul McAuley<br />
24. <i>Estaciones de la marea</i> [Stations of the Tide] (1991), Michael Swanwick<br />
25. <i>Timelike Infinity</i> (1992), Stephen Baxter<br />
26. <i>Chicas muertas</i> [<i>Dead Girls</i>] (1992), Richard Calder<br />
27. <i>Jumper</i>* (1992), Steven Gould<br />
28. <i>China Mountain Zhang</i>* (1992), Maureen McHugh<br />
29. <a href="http://jsalarias.blogspot.com/2007/09/kim-stanley-robinson-la-triloga-de.html"><i>Marte rojo</i></a> [<i>Red Mars</i>] (1992), Kim Stanley Robinson<br />
30. <i>Un fuego sobre el abismo</i> [<i>A Fire Upon the Deep</i>] (1992), Vernor Vinge<br />
31. <i>Aristoi</i> (1992), Walter Jon Williams<br />
32. <a href="http://jsalarias.blogspot.com/2007/11/connie-willis-1992-el-da-del-juicio.html"><i>El libro del día del juicio final</i></a> [<i>Doomsday Book</i>] (1992), Connie Willis<br />
33. <i>Parable of the Sower</i> (1993), Octavia E. Butler<br />
34. <i>Ammonite</i> (1993), Nicola Griffith<br />
35. <i>Chimera</i> (1993), Mary Rosenblum<br />
36. <i>Nocturno del sol largo</i> [<i>Nightside the Long Sun</i>] (1993), Gene Wolfe<br />
37. <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2009/02/michael-bishop-1994-jugadas-decisivas.html"><i>Jugadas decisivas</i></a> [<i>Brittle Innings</i>] (1994), Michael Bishop<br />
38. <i>Ciudad Permutación</i> [<i>Permutation City</i>] (1994), Greg Egan<br />
39. <i>Blood</i> (1994), Michael Moorcock<br />
40. <i>Mother of Storms</i> (1995), John Barnes<br />
41. <i>Navegante de la luminosa eternidad</i> [<i>Sailing Bright Eternity</i>] (1995), Gregory Benford<br />
42. <i>Galatea 2.2</i>* (1995), Richard Powers<br />
43. <i>La era del diamante</i> [<i>The Diamond Age</i>] (1995), Neal Stephenson<br />
44. <i>The Transmigration of Souls</i> (1996), William Barton<br />
45. <i>The Fortunate Fall</i> (1996), Raphael Carter<br />
46. <i>Rakhat</i> [<i>The Sparrow</i>]/<i>Children of God</i> (1996/1998), Mary Doria Russell<br />
47. <i>Fuego sagrado</i> [<i>Holy Fire</i>] (1996), Bruce Sterling<br />
48. <i>Lámpara de noche</i> [<i>Night Lamp</i>] (1996), Jack Vance<br />
49. <i>La Compañía del Tiempo</i> [<i>In the Garden of Iden</i>] (1997), Kage Baker<br />
50. <i>Paz interminable</i> [<i>Forever Peace</i>] (1997), Joe Haldeman<br />
51. <i>Glimmering</i> (1997), Elizabeth Hand<br />
52. <i>Cuando Alice se subió a la mesa</i> [<i>As She Climbed Across the Table</i>] (1997), Jonathan Lethem<br />
53. <i>The Cassini Division</i> (1998), Ken MacLeod<br />
54. <i>Bloom</i> (1998), Wil McCarthy<br />
55. <i>Vast</i> (1998), Linda Nagata<br />
56. <i>El globo de oro</i> [The Golden Globe] (1998), John Varley<br />
57. <i>Headlong</i> (1999), Simon Ings<br />
58. <i>Cave of Stars</i> (1999), George Zebrowski<br />
59. <i>Génesis</i> [<i>Genesis</i>] (2000), Poul Anderson<br />
60. <i>Super-Cannes</i>* (2000), J. G. Ballard<br />
61. <i>Bajo la piel</i> [<i>Under the Skin</i>] (2000), Michel Faber<br />
62. <i>La estación de la calle Perdido</i> [<i>Perdido Street Station</i>] (2000), China Miéville<br />
63. <i>Distance Haze</i> (2000), Jamil Nasir<br />
64. Trilogía de <i>Espacio revelación</i> (<i>Espacio revelación</i>, <i>El arca de la redención</i>, <i>El desfiladero de la absolución</i>) [<i>Revelation Space</i>, <i>Redemption Ark</i>, <i>Absolution Gap</i>] (2000-2002), Alastair Reynolds<br />
65. <i>Salt</i> (2000), Adam Roberts<br />
66. <i>Ventus</i> (2001), Karl Schroeder<br />
67. <i>The Cassandra Complex</i> (2001), Brian Stableford<br />
68. <i>Luz</i> [<i>Light</i>] (2002), M. John Harrison<br />
69. <i>Carbono alterado</i> [<i>Altered Carbon</i>] (2002), Richard Morgan<br />
70. <i>El último día de la guerra</i> [<i>The Separation</i>] (2002), Christopher Priest<br />
71. <i>La Edad de Oro</i> [<i>The Golden Age</i>] (2002), John C. Wright<br />
72. <i>La mujer del viajero del tiempo</i> [<i>The Time Traveler’s Wife</i>] (2003), Audrey Niffenegger<br />
73. <i>Historia natural</i> [<i>Natural History</i>] (2003), Justina Robson<br />
74. <i>La clave del laberinto</i>/<i>Las lanzas de Dios</i> [<i>The Labyrinth Key</i>/<i>Spears of God</i>] (2003), Howard V. Hendrix<br />
75. <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/01/tres-respuestas-al-cyberpunk-1-el-rio.html"><i>El río de los dioses</i></a> [<i>River of Gods</i>] (2004), Ian McDonald<br />
76. <i>La conjura contra América</i> [<i>The Plot Against America</i>] (2004), Philip Roth<br />
77. <i>Nunca me abandones</i> [<i>Never Let Me Go</i>] (2005), Kazuo Ishiguro<br />
78. <i>The House of Storms</i> (2005), Ian R. MacLeod<br />
79. <i>Counting Heads</i> (2005), David Marusek<br />
80. <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/02/tres-respuestas-al-cyberpunk-3-aire.html"><i>Aire</i></a> [<i>Air</i>] (2005), Geoff Ryman<br />
81. <i>Accelerando</i>* (2005), Charles Stross<br />
82. <i>Spin</i>* (2005), Robert Charles Wilson<br />
83. <i>My Dirty Little Book of Stolen Time</i> (2006), Liz Jensen<br />
84. <i>La carretera</i> [<i>The Road</i>] (2006), Cormac McCarthy<br />
85. <i>El dragón de Su Majestad</i> [<i>Temeraire</i>/<i>His Majesty’s Dragon</i>] (2006), Naomi Novik<br />
86. <i>Visión ciega</i> [<i>Blindsight</i>] (2006), Peter Watts<br />
87. <i>HARM</i> (2007), Brian W. Aldiss<br />
88. <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2008/08/michael-chabon-2007-el-sindicato-de.html"><i>El sindicato de policía yiddish</i></a> [<i>The Yiddish Policemen’s Union</i>] (2007), Michael Chabon<br />
89. <i>The Secret City</i> (2007), Carol Emshwiller<br />
90. <i>En tiempos de guerra</i> [<i>In War Times</i>] (2007), Kathleen Ann Goonan<br />
91. <i>Postsingular</i> (2007), Rudy Rucker<br />
92. <i>Shadow of the Scorpion</i> (2008), Neal L. Asher<br />
93. Trilogía de <i>Los juegos del hambre</i> (<i>Los juegos del hambre</i>, <i>En llamas</i>, <i>Sinsajo</i>) [<i>The Hunger Games</i>, <i>Catching Fire</i>, <i>Mockingjay</i>] (2008-2010), Suzanne Collins<br />
94. <i>Pequeño hermano</i> [<i>Little Brother</i>] (2008), Cory Doctorow<br />
95. <i>The Alchemy of Stone</i> (2008), Ekaterina Sedia<br />
96. <i>La chica mecánica</i> [<i>The Windup Girl</i>] (2009), Paolo Bacigalupi<br />
97. <i>Steal Across the Sky</i> (2009), Nancy Kress<br />
98. <i>Boneshaker</i>* (2009), Cherie Priest<br />
99. <i>Zoo City</i> (2010), Lauren Beukes<br />
100. <i>Historia cero</i> [<i>Zero History</i>] (2010), William Gibson<br />
101. <i>The Quantum Thief</i> (2010), Hannu Rajaniemi<br />
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(Por alguna razón en la que mejor no me detengo, todos los vínculos llevan a reseñas escritas por Salvador.)<br />
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Así como Pringle presentó su lista como una posible definición de la ciencia ficción (tautología astuta), la enumeración hecha por Di Filippo y Broderick es un panorama bastante completo de las últimas tres décadas del género, por lo menos hasta donde puede verse. Por eso, alegra mucho encontrar a los grandes clásicos que Pringle no pudo incluir por cuestiones obvias de ignorancia del viaje en el tiempo, como <i>Marte rojo</i> o <i>La era del diamante</i>, por nombrar sólo un par, así como a autores que en 1985 apenas comenzaban a publicar o a llamar la atención de la crítica, como Lucius Shepard o Geoff Ryman.<br />
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Dato curioso: en 1985 Pringle abrió su lista con <i>1984</i> de George Orwell y la cerró con <i>Neuromante</i> de William Gibson (una novela de 1984). Además, en el prólogo lamentó no poder incluir <i>Cismatrix</i> de Bruce Sterling, por considerar que la cuenta estaba completa y cerrada. En esta ocasión, Di Filippo y Broderick también abren su lista con una distopía, <i>El cuento de la criad</i>a, de Margaret Atwood, y como novela número 100 escogen una vez más una de William Gibson. La 101 es una ópera espacial posthumana (<i>The Quantum Thief</i>), justamente el género al que pertenece la de Sterling. Se podría pensar que la coincidencia es mera premeditación, sin embargo los autores esta vez hicieron más trampa y, si contamos bien, en realidad no enumeran 101 novelas, sino 107: un par de dípticos (Russell y Hendrix) y un par de trilogías (Reynolds y Collins) se cuentan como un solo volumen. En la selección de Pringle sólo había tres títulos de más disimulados: un díptico (Sladek) y una trilogía (Moorcock). (No cuento <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2010/01/gene-wolfe-1980-1983-el-libro-del-sol.html"><i>El libro del Sol Nuevo</i></a> de Wolfe ni <i>Cyteen</i> de Cherryh, pues no se trata de series sino de novelas que fueron publicadas en varios volúmenes).<br />
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Con su selección, Pringle identificó a 1953 como uno de los grandes años para el género, cuando se publicaron ocho de las novelas de su lista (<i>El hombre demolido</i>, <i>Fahrenheit 451</i>, <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2008/06/arthur-c-clarke-dos-y-media-novelas-de.html"><i>El fin de la infancia</i></a>, <i>Los hombres paradójicos</i>, <i>Lo que el tiempo se llevó</i>, <i>Mercaderes del espacio</i>, <i>Un anillo alrededor del Sol</i> y <i>Más que humano</i>). Todas ellas clásicas, muchas definitivas. En <i>Locus</i> se discutió hace relativamente poco sobre <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2010/06/el-mejor-ano-en-la-historia-de-la-cf.html">otros años</a> que pudieran competir por el título (vale la pena comparar todas las listas), y entre los más recientes, es decir, dentro del rango cubierto por Di Filippo y Broderick, se contaba 1992, que, en efecto, aparece también con ocho títulos en la nueva selección (<i>Timelike Infinity</i>, <i>Chicas muertas</i>, <i>Jumper</i>, <i>China Mountain Zhang</i>, <i>Marte rojo</i>, <i>Un fuego sobre el abismo</i>, <i>Aristoi</i> y <i>El libro del día del juicio final</i>). De 1992 es <i>Snow Crash</i>, considerada un clásico, pero fuera de la lista porque de Neal Stephenson los editores prefirieron incluir <i>La era del diamant</i>e.<br />
<br />
Ahora, mientras que Pringle no tuvo problema al incluir varios autores con más de un título (Dick, 6; Ballard, 4; Aldiss, Disch y Heinlein, 3 cada uno; Bester, Bradbury, Budrys, Disch, Clarke, Le Guin, Shaw, Simak, Sturgeon, Vonnegut, Watson, Wolfe (Gene) y Wyndham, 2 cada uno; Moorcock, 2 que son 4 (véase más arriba), y Pohl, uno y medio), con lo que 100 (103) novelas corresponden en realidad a 71 escritores, Di Filippo y Broderick se imponen que sólo haya un título por autor. Si en efecto las listas deben leerse como una panorámica del género en sus correspondientes periodos, la conclusión obvia es que entre 1949 y 1984 la representatividad estuvo en muchísimas menos manos. Pero, por supuesto, negar la intervención de los editores es capricho, por no decir que torpeza; aunque Pringle admitiera que ciertas inclusiones las hacía más bien de mala gana, como una forma de mantener el equilibrio (no sé si algo parecido ocurre con los otros dos), el resultado seguía siendo su idea de lo que es la ciencia ficción (en el prólogo sugiere un par de definiciones ajenas (<a href="http://www.sf-encyclopedia.com/entry/suvin_darko">Darko Suvin</a> y <a href="http://www.sf-encyclopedia.com/entry/conceptual_breakthrough">Peter Nicholls</a>), pero no se compromete abiertamente con ninguna). La diferencia, sin embargo, vuelve a ser significativa si se tiene en cuenta que el primer periodo es 10 años más largo que el segundo.<br />
<br />
Cabe entonces llamar la atención sobre la superposición entre las listas. Aunque Di Filippo y Broderick no incluyen más de una obra por autor, se permiten incluir obras de autores que Pringle ya había escogido: Aldiss, Anderson, Ballard, Benford, Bishop, Butler, Dick, Gibson, Harrison (M. John), Le Guin, Moorcock, Priest, Stableford, Varley, Vonnegut y Wolfe (Gene), muchos de ellos con más de un título en la lista original, vuelven a aparecer, lo que casi equivale a una confirmación de su relevancia (y en efecto), pero también reduce el número total: 156 escritores para 210 novelas en 62 años.<br />
<br />
En cambio, Jack Vance, una de las grandes omisiones de Pringle, sí tiene cabida en la nueva lista, mientras que entre las sorprendentes omisiones recientes basta mencionar <i>Hyperion</i> de Dan Simmons (no niego algo de satisfacción), como lamentar, de la misma manera que lo hizo Moorcock en el prólogo al libro de 1985, que por su naturaleza quedaran excluidos los maestros de los cuentos, como Ellison y Tiptree originalmente, y Kelly, Chiang o el mismo Di Filippo en la actualidad, desconociendo, como ya es tradición, la importancia definitiva de las formas cortas para la historia del género.<br />
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La participación de obras escritas por mujeres es mayor (32, contra ocho en Pringle), si bien no se cumple aún la esperanza de Moorcock: que la segunda vez que se hiciera el ejercicio ese porcentaje fuera la mitad. Paralelamente, no se cumple en lo absoluto la misma esperanza aplicada a obras escritas por personas negras o de una raza distinta a la blanca, aunque por lo menos esta vez el número de autores de países distintos a Estados Unidos o el Reino Unido aumenta, entre canadienses y australianos, con la presencia de una sudafricana (Beukes) y un finlandés (Rajaniemi).<br />
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Por último, en cuanto a temas o escenarios (en ciencia ficción muchas veces coinciden) aumenta la ópera espacial, aumentan el cyberpunk y sus postversiones, así como las posthumanidades que suelen estar en un punto de encuentro entre una y otro. Aumentan asimismo las inteligencias artificiales y las historias alternas (en <a href="http://missionsunknown.com/2012/05/made-in-s-a-damien-broderick-and-paul-difilippo-run-down-the-101-best-sf-novels-since-1985/">una entrevista</a>
a propósito del nuevo libro, Di Filippo dice que “el tema dominante de gran parte de esta CF es ‘¿qué significa ser humano?’”). Además, hay varios títulos misteriosos de fantasía, aunque disfrazados de steampunk (¿y en qué momento el steampunk se volvió definitivamente ciencia ficción?) u otra forma de historia alterna: Beukes, Bishop, Kirstein, MacLeod (Ian), Miéville, Murphy, Novik, Priest (Cherie) y Sedia.<br />
<br />
En la misma entrevista, Broderick no puede resistirse a la
polémica convencional y suelta una de esas afirmaciones que si no
calentaran tanto los ánimos fanáticos darían lugar a conversaciones
interesantes:<br />
<blockquote class="tr_bq">
Podría decirse que en esos 26 años se publicó más ciencia
ficción madura que en el resto del siglo XX. No una tan definitivamente
innovadora como la de los cuarenta y los cincuenta, cuando la mayor
parte de la iconografía del género como creación imaginativa tomó forma,
pero con una técnica y una profundidad tan enriquecidas que casi todos
los escritores noveles empiezan hoy con un dominio más alto que el
logrado por la mayoría de los escritores clásicos de la Edad de Oro. A
pesar de que las regordetas trilogías fantásticas y los vampiros
resplandecientes y los zombis tambaleantes anegan el mercado, el último
cuarto de siglo ha sido la verdadera Edad de Oro de la ciencia ficción.</blockquote>
F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-34812179399258077842012-07-04T23:21:00.002-05:002012-11-14T20:51:55.184-05:00Prometeo (2012) - Dir. Ridley Scott<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwROHqP89lmkKRgfwXEBEifm_D9dZHoMCKtafCN7RrDyoSIvE31ohpcXCdGInpJfqJynYMph0ZitycRhd2UPLfYqbY-oelVBZz__rnccWmtCPr307fe5GLnHqFLxf1Uk9g24NBvZQYpZdk/s1600/prometheus_810.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwROHqP89lmkKRgfwXEBEifm_D9dZHoMCKtafCN7RrDyoSIvE31ohpcXCdGInpJfqJynYMph0ZitycRhd2UPLfYqbY-oelVBZz__rnccWmtCPr307fe5GLnHqFLxf1Uk9g24NBvZQYpZdk/s200/prometheus_810.jpg" width="135" /></a></div>
La expedición científica de la nave <i>Prometeo</i> parece indecisa: no sabe muy bien si busca el porqué o el cómo de la existencia humana. Lo que encuentra a cambio, después de un par de días metida en una versión de <a href="http://www.youtube.com/watch?v=16pTgZMCWa8">algún video de Tool</a>, no es un porqué sino muchos, pero todos en el desconcierto de los espectadores de su historia.<br />
<br />
Sin embargo, si <i>Prometeo</i>, la película, tiene algún mérito (dejando de lado la fotografía y la dirección de arte, en las que Ridley Scott suele ser bastante pulcro), es el de permitir un ejercicio de definición de la ciencia ficción: el hecho de que resultara decepcionante provocó que buena parte de las reacciones negativas se centrara en listar las “fallas” de coherencia, o de cierta forma de coherencia, cuyo cumplimiento podría servir para caracterizar al género como una forma del realismo. Me permito un miquelbarceloísmo y remito, como ilustración, a <a href="http://www.locusmag.com/Reviews/2012/06/howard-waldrop-and-lawrence-person-review-prometheus/">la reseña de Howard Waldrop y Lawrence Person</a> en <i>Locus</i>. Tales fallas confirman la existencia de unos protocolos propios de la ciencia ficción, ya sea que estén tácitamente definidos o no, y, de acuerdo con el razonamiento que se indigna por su ausencia, un texto satisfactorio (literario, cinematográfico o de otra clase) debe cumplirlos o al menos reconocerlos. De ese modo, si bien la película “funciona” como suspenso, fracasa como ciencia ficción.<br />
<br />
Aunque estoy de acuerdo con esa crítica, considero que la mayor falla de <i>Prometeo</i> está en su incapacidad para sacar provecho de temas e ideas de la ciencia ficción que son importantes para hacer de una aventura en la superficie de otro planeta algo más que una persecución con cascos y lucecitas y algo que se mueve de una forma extraña; temas e ideas que aquí aparecen como lanzados al azar dentro de la narración, tal vez para generar la ilusión de que en efecto se cumplía con los protocolos. Una vez más es posible utilizar la película y establecer lo que puede ser o hacer la ciencia ficción. La búsqueda de los orígenes de la humanidad, el encuentro con otra forma de vida, el encuentro con otra forma de inteligencia (eufemismo entusiasta), la inteligencia artificial (honestamente, nada que no se hubiera hecho ya en 1968), la fe, la inmortalidad: todos están allí, pero aparte de la lista que así lo verifica no hay mucho que hacer con ellos. Y como si la falta de reflexión al respecto no bastara, las pocas explicaciones que se dan, si bien especulaciones de personajes desesperados (y resulta preferible verlas así a creer que en efecto son lo que está en el fondo de todo), resultan insulsas, sin mucha imaginación, humanas, demasiado humanas, y por tanto capaces de rebajar lo que tal vez habría sido más interesante como simple misterio. Luego de ver a los personajes evadir el tentáculo o ser alcanzados por él, poco o nada nos queda de la película, aparte del saborcito de la adrenalina por tribulaciones ajenas y fingidas, que por eso mismo se disipa más bien rápido.<br />
<br />
En la tradición de la ciencia ficción religiosa (si podemos llamarla así) se distinguen dos vertientes: una en la que lo trascendental/sobrenatural se ve objetivado, es decir, figura de forma real en el relato y así se problematiza (por ejemplo, <i>El señor de la luz</i>, de Roger Zelazny, o <i>El cálculo de Dios</i>, de Robert J. Sawyer (que a la vez servirían para ilustrar dos versiones de esta categoría: o bien, por evolución o por tecnología, los humanos o algún otro ser alcanzan el carácter de divinidad, al menos en cuanto a su casi omnipotencia sobre la realidad, o bien la existencia del ser sobrenatural antecede a la de la humanidad o la del universo)), y otra en la que la discusión se centra en la religión como fenómeno humano y se analiza sociológica o antropológicamente, con independencia de la existencia empírica o no de la divinidad (<i>Cuna de gato</i>, de Kurt Vonnegut, o <i>Duna</i>, de Frank Herbert (aunque puede argumentarse que <i>Dun</i>a está en la línea entre una categoría y la otra (resulta increíble que dos novelas tan distintas puedan encontrarse en la misma clasificación))).<br />
<br />
En <i>Prometeo</i>, que tiene un pie en cada una pero ninguno con firmeza, las implicaciones del descubrimiento nunca parecen afectar a la protagonista, extrañamente el único personaje con alguna forma de fe, pues a pesar de que se entiende que la verdad sobre el origen de la humanidad es algo trascendental para ella, se encuentra tan conflictuada estando conflictuada (supervivencia, esterilidad, novio, obstinación, etc.) que no da cabida una reflexión medianamente racional y detenida, desligada del reflejo ante la persistencia destructora (por voraz, por viral) de lo que la rodea. ¿Qué pasa por la cabeza de una científica católica cuando descubre que la humanidad en efecto ha sido creada, pero no por Dios? ¿Cómo concilia esa comprobación con su creencia en la vida después de la muerte, que se presenta como uno de los pilares de su fe? En otras palabras: ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?<br />
<br />
“Esto es lo que elijo creer”, responde comodina la protagonista en algún momento, y esas palabras prácticamente sirven como justificación, digo, valoración de la película misma. Otros han preferido una aceptación panorámica y celebran la “expansión del universo de <i>Alien</i>”, aunque esa sea una maniobra que distrae la mirada hacia lo que está o va a estar por fuera de la película e implica el reconocimiento de que algo falta. Un optimismo relativo y sospechoso. Seguramente Scott, director poco afecto a las secuelas (o que hasta ahora lo era), no está interesado en dar continuidad a las ideas y responder a las preguntas que formuló con <i>Prometeo</i>, así que esa tarea va a quedar en otras manos; si más o menos capaces, ya veremos. De cualquier manera, la primera película de la saga de <i>Alien</i> “expandió” su universo como ninguna y lo que vino a continuación, si bien tuvo elementos interesantes, fue bastante desigual y en muchas ocasiones pobre. Para la muestra una precuela. Q.E.D.<br />
<br />
Calificación: tres babitas asesinas.F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-36981205324809177782012-06-07T09:51:00.002-05:002012-06-07T09:51:51.365-05:00Ray Bradbury (1920-2012)El último sobreviviente del ABC de la ciencia ficción se ha ido. El mejor escritor del ABC de la ciencia ficción. Es como si de pronto hubiera colapsado un enorme pilar que sostenía al género y entonces nos diéramos cuenta de que abajo ya no hay nada, que todo está en el aire, flotando sin sustento, o que se está desplomando en silencio, muy despacio.<br />
<br />
Hay algo en la figura de Bradbury, y ahora su ausencia, que no descifro. Nunca fue uno de mis favoritos —demasiado nostálgico, demasiado neófobo, demasiado dulce—, y aunque disfruté y recuerdo con mucho cariño <i>Crónicas marcianas</i>, no hay un texto suyo que pueda considerar fundamental en mi vida.Y sin embargo...<br />
<br />
Es exageración, claro, y honestamente no se puede decir
que con su muerte queda un gran vacío para la ciencia ficción, pues lo
que tenía que hacer en el género y para el género lo hizo, y con grandes
letras. Pero no puedo negar que en un momento como este es más fácil,
muchísimo, creer que en efecto la ciencia ficción ha muerto, que es un
regalo y un recuerdo de otra época, una máquina del tiempo que no nos
pertenece y no entendemos en realidad, mucho menos ahora, sin uno de sus
principales inventores.F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-69527104901132587082012-04-04T10:23:00.000-05:002012-04-05T09:23:24.007-05:00Veinte años de ciencia ficción en tres portadas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVA-1qPPFkDtAOLIJXCl8Y3WO8KO57b9BnTxydkDtAiLzsmiZX5eNFm0z9GazSYeRA4Wz3ZV10qg4jIur6wrBODh1ybUfr_f0FPriIIib9NosL6YrMudX3Qkc7PPV5FIoxjvGheXUuhyphenhyphenlG/s1600/dr_edwards.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVA-1qPPFkDtAOLIJXCl8Y3WO8KO57b9BnTxydkDtAiLzsmiZX5eNFm0z9GazSYeRA4Wz3ZV10qg4jIur6wrBODh1ybUfr_f0FPriIIib9NosL6YrMudX3Qkc7PPV5FIoxjvGheXUuhyphenhyphenlG/s320/dr_edwards.jpg" width="188" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
Artista: Les Edwards</div>
<div style="text-align: center;">
Bantam UK, 1989</div>
<div style="text-align: center;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzOmDKKsrGyrZCO5xWWmU5yK5uOlYoW_GjIc7oz0v-297FDaL27tHDi6nbL2WgewzQIDLljx15LmO50e23YkvTBIsod5IsslMi9O5i7_ncGMbE5QUUkIUSN-yYf-LMbxrFZ59R0r926iWT/s1600/dr_youll.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzOmDKKsrGyrZCO5xWWmU5yK5uOlYoW_GjIc7oz0v-297FDaL27tHDi6nbL2WgewzQIDLljx15LmO50e23YkvTBIsod5IsslMi9O5i7_ncGMbE5QUUkIUSN-yYf-LMbxrFZ59R0r926iWT/s320/dr_youll.jpg" width="195" /></a></div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
Artista: Paul Youll</div>
<div style="text-align: center;">
Earthlight, 2001</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQKmpYqvetwG8kMnzRcJ_XaIt7BISHdXn_dZvEGyC_43O47Ysl6rqWgSPQTx7YypiO-rKq6ZasReSH0xOtbxwAGEqQJ6KIbifpKMcPIGzFJcnTtym9e1VSavt8sZxfYfKhGmB-d9Vn0do0/s1600/dr_martiniere.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQKmpYqvetwG8kMnzRcJ_XaIt7BISHdXn_dZvEGyC_43O47Ysl6rqWgSPQTx7YypiO-rKq6ZasReSH0xOtbxwAGEqQJ6KIbifpKMcPIGzFJcnTtym9e1VSavt8sZxfYfKhGmB-d9Vn0do0/s320/dr_martiniere.jpg" width="206" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
Artista: Stephan Martiniere</div>
<div style="text-align: center;">
Pyr, 2009</div>F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-34698281674596987872012-02-13T22:27:00.005-05:002012-02-13T22:35:39.153-05:00ORYX Y CRAKE (2003) Margaret Atwood<span style="font-weight: normal; font-style: normal; ">A mi me gusta que al leer ciencia ficción, la parte de la especulación científica sea bien solida. Hay una buena colección de historias que lo cumplen para la física, pero son muy pocas para la biología. Pero sobre todo, me gustan las novelas que están muy bien escritas. </span><i><b>Oryx y Crake</b></i>, de Margaret Atwood (<a href="http://www.isfdb.org/cgi-bin/ea.cgi?Margaret_Atwood">biblio</a>/<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Margaret_Atwood">bio</a>), es una de esas novelas.<br /><br />El mundo como lo conocemos ha desaparecido, únicamente sobrevive el <b>hombre de la nieve</b>, que es como una especie de guía de unos extraños humanoides, los <b>hijos de crake</b>. El hombre se ha quedado sin comida, así que parte a una ciudad abandonada, y recuerda como en su juventud el fue amigo de <b>Crake</b> (el creador de los hijos), como se enamoró [y obsesionó] de <b>Oryx</b>, y como vivía en una sociedad que colapso rápidamente.<br /><br />La novela es brutal. Margaret consigue describir una sociedad fuertemente tecnológica y consumista, donde las grandes empresas farmacéuticas y de biotecnología mueven enormes cantidades de dinero, produciendo en forma industrial comida y órganos humanos. Es un mundo de abundancia, pero también lo es de pobreza, y quienes no consiguen vivir de alguna manera empleados por las grandes empresas, se hayan condenados a la miseria.<br /><br />Es posible pensar que Margaret tiene la ventaja de contar una historia en nuestra propia sociedad, lo que le permite crear un cuadro tan realista del mundo. Pero ciertamente son pocos los escritores que alguna vez han conseguido mostrar nuestra sociedad de forma tan siniestra, y que a la vez sea tan realista, y que este tan cerca a nosotros, quizá demasiado, quizá es por eso que da tanto miedo.<br /><br />Otro punto fuerte, es por supuesto, su escritura. No es difícil darse cuenta porque consiguió ganar el premio <b><a href="http://macrocaos.blogspot.com/2008/06/margaret-atwood-gana-el-principe-de.html">Príncipe de Asturias</a></b> (el más importante de la lengua española). Margaret tiene un excelente estilo cargado de un humor negro muy sutil. La novela esta llena de detalles y presentaciones que son presentados de una forma realista, al parecer libres de juicios morales, pero todo es una muy bien concebida estrategia, de forma que el hilo moral se percibe, y que el realismo (o mejor, su supuesta neutralidad) suene como una especie de burla. Pero lo que me gusta, es que Margaret no se burla del lector, todo lo contrario, lo invita a que sea el quien da sentido a ese oscuro humor.<br /><br />Quizá eso sea lo que da ese aire aterrador y perturbador a la novela, el que Margaret haga que sea uno el que le de ese aire a la novela.<br /><br />Otra punto a favor de la novela, es su manejo de la tecnología y desarrollo de la biotecnología. En pocas historias de ciencia ficción hay un manejo de la biología tan bien planteado. Cierto Margaret no nos da detalles técnicos, pero el ambiente científico y los desarrollos mostrados son muy realistas, con experiencias y desarrollos claramente plausibles, y aunque otros sean ciertamente fantasiosos (específicamente los hijos de Crake), su presencia es justificada para el desarrollo de la historia, y en ningún momento se siente artificial.<br /><br />Quizá, gracias a sus comentarios en donde muchas veces se refiere con desdén a la ciencia ficción, es que esta obra no fue muy apreciada dentro del <i>fandom</i> de la CF, y es una tristeza, porque la comunidad se puede estar perdiendo de una de las mejores piezas de la primera década del 2000, y para mi, entre las grandes del género.<br /><br />Muy recomendada, una excelente novela.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/" style="font-size: 100%; "><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="http://i.creativecommons.org/l/by-sa/3.0/88x31.png" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: 100%; ">Este </span><span dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" rel="dct:type" style="font-size: 100%; ">obra</span><span style="font-size: 100%; "> de </span><a cc="http://creativecommons.org/ns#" href="http://macrocaos.blogspot.com/" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL" style="font-size: 100%; ">Salvador Arias</a><span style="font-size: 100%; "> está bajo una </span><a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/" style="font-size: 100%; ">licencia Creative Commons Atribución-CompartirDerivadasIgual 3.0 Unported</a><span style="font-size: 100%; ">.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: 100%; ">Basada en una obra en </span><a dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://macrocaos.blogspot.com/" rel="dct:source" style="font-size: 100%; ">macrocaos.blogspot.com</a><span style="font-size: 100%; ">.</span></div>Salvahttp://www.blogger.com/profile/01062764779798191688noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-87753461769370408302012-01-29T14:11:00.004-05:002012-01-29T17:38:44.862-05:00ESPOSA HECHICERA (1943) Fritz Leiber<div>Celebrando de alguna manera un poco tardía los 101 años de <b>Fritz Leiber</b> (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Fritz_Leiber">bio</a>/<a href="http://www.isfdb.org/cgi-bin/ea.cgi?Fritz_Leiber">biblio</a>), es bueno visitar una de sus primeras novelas, y un clásico de la fantasía y horror urbano, <i><b>Esposa hechicera</b></i>, una gran novela, aunque presa inconfundible de su tiempo.</div><div><br /></div><div><b>Norman</b> un buen día descubre que su esposa <b>Tansy</b> es bruja. Norman, un profesor de antropología y mitología, no puede creer que su esposa se dedique a una práctica supersticiosa y le exige que deje esa costumbre, tras una discusión, Tansy acepta. Pero de una forma desagradable, Norman encuentra que esta en medio de una conspiración contra su matrimonio donde la magia es algo muy real.</div><div><br /></div><div>La novela es muy buena, tiene un excelente ritmo de desarrollo y mucho suspenso mientras Norman descubre toda la magia y hechicería que hay alrededor de el. Especialmente, digamos que cuando termina como una “primera parte” de la novela, las escena de suspenso esta muy bien lograda. Para los lectores de Leiber la atmósfera es similar a la lograda en las escenas finales de “<i>Nuestra señora de las tinieblas</i>” y de “<i>El soldado más veterano</i>.”</div><div><br /></div><div>Pero hay dos cosas que no logro conciliar. La primera, es un poco contradictoria para mi, me gusta que Norman tiene que combatir su forma de pensar académica, y que trata de traer una explicación racional a lo que le sucede, el teme volverse loco o supersticioso. Sin embargo, Leiber parece “apoyar” la idea de Norman, al mostrar que el mundo se ajusta al sistema lógico que Norman dedujo... me hubiera gustado más bien que la magia continuara con esa aura de misterio e incomprensión, o por lo menos, que si la explicación se daba, esta fuera un poco más convincente.</div><div><br /></div><div>Lo otro por supuesto es más de cuando es la novela. Al leer novelas de época, uno acepta ciertas cosas como relativas a su época, pero al ser cada vez más cercana en el tiempo (la novela claramente ocurre en los 40-50s, pero podría igualmente ocurrir en el mundo actual), las diferencias se hacen chocantes. Y la diferencia chocante de esta novela es los roles bien marcados que tienen hombres y mujeres, con hombres trabajadores, mientras sus mujeres son amas de casa que además se dedican a la brujería para ayudar a sus esposos, en una forma de ganar poder no por si mismas sino manejarlo desde sus maridos, dando la razón a aquel dicho de “tras cada gran hombre, hay una gran mujer” y que las mujeres no se emancipan porque es más “conveniente” para ellas que sea su esposo quien gane ese poder.</div><div><br /></div><div>Es una novela horriblemente sexista, pero creo que es por el ambiente en el que esta. Leiber es ciertamente liberal, como se nota en muchos pasajes de la historia, pero como muchos otros, es igual presa de los prejuicios.</div><div><br /></div><div>Así que pues bueno, hay que hacer un esfuerzo y aceptar que es una novela de los 50s, que los tiempos eran muy diferentes, y pues creo que no es difícil, porque es una gran novela, es muy divertida, y de cierta forma, ignorando los detalles que mencione, es fácil pensar en que es muy actual!</div><div style="text-align: center;"><span ><br /></span></div><div style="text-align: center;"><a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/"><span ><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="http://i.creativecommons.org/l/by-sa/3.0/88x31.png" /></span></a></div><div style="text-align: center;"><span >Este <span dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" rel="dct:type">obra</span> de <a cc="http://creativecommons.org/ns#" href="http://macrocaos.blogspot.com/" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Salvador Arias</a> está bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/">licencia Creative Commons Atribución-CompartirDerivadasIgual 3.0 Unported</a>.</span></div>Salvahttp://www.blogger.com/profile/01062764779798191688noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-55625641348405030822011-07-14T16:54:00.005-05:002011-07-14T17:08:35.023-05:00En palabras de otros - Michael Moorcock<blockquote>El Hombre y un par de amigos fueron los primeros en llegar.<br /><br />—Supuse que podía considerarme invitado —dijo El Hombre mientras se quitaba el pesado impermeable. Llevaba una chaqueta de pana verde de cuello alto y calzones apretados. Parecía un gibón.<br /><br />El aluvión había comenzado ya, y los invitados suspicaces estudiaban la atmósfera del sitio antes de aflojarse. Había lesbianas turcas y persas, de enormes ojos de hurí, como gatas tristes, castradas; sastres franceses; músicos alemanes; mártires judíos; un tragafuegos oriundo de Suffolk; un improvisado cuarteto de voces masculinas de la última base norteamericana en Inglaterra, el Columbia Club, de Lancaster Gate; dos obesas mojigatas; Hans Smith de Hamstead, el Último de los Intelectuales de Izquierda, la Mente Microfilm; Shades; catorce traficantes de la misma mercancía y todos de Portobello Road, las caras hundidas bajo el peso de las decepciones; un pulidor polaco a la francesa y sin empleo, traído por uno de los traficantes; un grupo pop llamado The Deep Fix; un grupo pop llamado Les Coques Sucres; un negro muy alto; un veterinario jorobado de nombre Marcus; la muchacha sueca y un adolescente suculento; tres periodistas que acababan de dispensar unos áureos apretones de mano; la Pequeña Señorita Dazzle, a quien uno de ellos había descubierto en El Vino buscando al señor Crookshank; un irlandés llamado Podles; el director literario del <span style="font-style: italic;">Oxford Mail</span> y su hermana; veintisiete miembros de la Brigada Especial; un heterosexual; dos niños pequeños; el difunto gran Charlie Parker, recientemente llegado de México bajo el alias de Alan Bird (había estado curándose durante varios años); un psiquiatra hosco de Regent Park llamado Harper; muchísimos físicos, astrólogos, geógrafos, matemáticos, astrónomos, químicos, biólogos, músicos, monjes de monasterios disueltos, brujos, putas retiradas, estudiantes, griegos, procuradores; un albino autocompasivo; un arquitecto; casi todos los alumnos de la escuela integral local, que habían acudido al oir el alboroto; casi todos sus maestros; el jardinero de un mercado; menos de un neozelandés; doscientos húngaros que habían Elegido la Libertad y la oportunidad de ganar dinero fácil; un viajante de máquinas de coser; las madres de doce de los niños de la escuela integral; el padre de uno de los niños de la escuela integral, aunque él no lo sabía; un carnicero; otro Hombre; una Persona Desplazada; un pequeño pintor; y varios centenares de otros individuos no inmediatamente identificables.</blockquote><div style="text-align: right;">—Michael Moorcock, <span style="font-style: italic;">El programa final</span> (trad. <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2008/06/in-memoriam-matilde-horne.html">Matilde Horne</a>)<br /></div>F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-840856724047806732011-06-22T11:05:00.006-05:002011-07-06T10:06:42.286-05:00Game of Thrones (serie de TV)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ8vu1ZyoOgrgGD35IX0HNwxCvMGunbnjR2exR2VQNpY7OnZQYDkv7idhJ2XIyy9GfVWyHdI03cRZLApWFIT_7b6xh3ZcZEEop8gyIVeg7JDT56EJrl4jdwnjxeYI-HWNr0a33Ewg1TC8V/s1600/o-official-poster-for-hbo-s-fantasy-series-game-of-thrones.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 135px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ8vu1ZyoOgrgGD35IX0HNwxCvMGunbnjR2exR2VQNpY7OnZQYDkv7idhJ2XIyy9GfVWyHdI03cRZLApWFIT_7b6xh3ZcZEEop8gyIVeg7JDT56EJrl4jdwnjxeYI-HWNr0a33Ewg1TC8V/s200/o-official-poster-for-hbo-s-fantasy-series-game-of-thrones.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5621077080743232674" border="0" /></a>Palabra: si mi ritmo de lectura hoy fuera tan glotón e indiferente como el que tenía en los años de universidad, ya habría despachado los primeros cuatro libros de la saga <span style="font-style: italic;">A Song of Ice and Fire</span> de George R. R. Martin y tendría algo que decir que estuviera menos afectado de prejuicios o, por lo menos, mejor argumentado. Pero como no, y como lo poco que leo lo dedico a los autores que más me gustan y de los que no he podido leer todo lo que quisiera, me queda al menos la opción de ver la primera temporada de la serie de HBO basada en la primera novela, <span style="font-style: italic;">A Game of Thrones</span>.<br /><br />Al no haber leído el libro no puedo excitarme desvergonzadamente por las fidelidades de la serie o airarme hasta la diatriba por sus infidelidades. Sin embargo, si de lo que vi dependiera la lectura debo decir que, así fuera tan indiferente y glotón como hace años, me costaría trabajo mentalizarme para dedicar tiempo y distintas clases de energía a una saga que no sólo sigue inconclusa después de cerca de 5000 páginas sino en la que parece que no pasa mucho. Los primeros cinco capítulos de <span style="font-style: italic;">Game of Thrones</span> funcionan como un epílogo a eventos mucho más interesantes que ocurrieron todos en el pasado, mientras que los últimos cinco son el prólogo a eventos mucho más interesantes que tal vez ocurran en el volumen siete de la saga (séptima temporada de la serie), Dios mediante y si el autor no descubre de pronto a la mitad de la escritura del sexto que necesita expandir un poquito más la historia para aclarar mejor algo que va a pasar, algún día, y que es terrible. Hay una insatisfacción comparable a la que produce la saga de <span style="font-style: italic;">La guerra de las galaxias</span>: si esta es la historia más interesante que este mundo tiene para contar, entonces deben aburrirse montones: traiciones siempre ha habido, así como inviernos largos, amores, guerras… ¿por qué justamente este momento de una historia que se sugiere larga y compleja?<br /><br />Pero algo que me molesta aún más es que, por alguna razón a la que sólo se me ocurre llamar ‘triste convención sin reflexión’, se da por supuesto que <a href="http://www.apolitical.info/webgame/ukleguin.php">fantasía equivale a espadas(*) y caballos</a>. Tan extraños nos resultan el mundo y la historia que con eso debemos tener suficiente para sentirnos transportados a un universo fantástico. Tan otra cosa es nuestro pasado y tan ajenas sus formas de vida y pensamiento que hoy estimulan nuestra imaginación hasta el éxtasis. Tengo entendido que más adelante (volúmenes ocho o doce, tal vez, o creo que los apéndices del mapa de una nota al pie) habrá dragones y más muertos vivientes (sí, hay muertos vivientes; o por lo menos congelados que caminan, algo así), pero por el momento el paisaje es más bien estéril. Ni siquiera se ve mucha imaginación en las gentes de ese mundo: ¿que los bárbaros hablan una lengua gutural en la que no existe la palabra gracias, son de piel oscura y en sus bodas tienen sexo frente a todo el mundo y arman trifulca por nada porque no es una buena boda si no hay por lo menos tres muertos? Con razón nunca van a salir de bárbaros. ¿Que los malos son malísimos e incestuosos o proxenetas (no podían ser buenos cocineros, tenían que ser incestuosos o proxenetas) y los buenos buenísimos y estúpidos? Sirva como confirmación de que la sinonimia entre bondad y estupidez es más común de lo que uno cree.<br /><br />En este punto del blog, volver a la queja por la inversión de demasiadas páginas en contar <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/06/terror-2007-dan-simmons.html">una historia que seguramente no las necesita</a> es peor que redundante. Sin embargo, en esta clase de casos particulares, es decir, las sagas de fantasía épica, se ve que la extensión y la partición de la historia en muchos volúmenes ya no es un asunto de necesidad, si alguna vez lo fue, sino de pura inercia convencional, descontando de la discusión, por obvia, la inercia comercial. El estándar tolkieniano ha sido y seguirá siendo la meta a vencer; pero que la mejor manera que se les ocurra prácticamente a todos los autores para intentarlo sea escribir sagas de más de tres volúmenes, mientras que las variaciones de sustancia son mínimas o ineficaces, es sólo la prueba superflua de una crisis imaginativa. Lo triste es que se trate de una crisis tal en medio del género que debería sentirse más orgulloso de poder eludirlas, de un género que lleva el nombre de un reino sin fronteras. De la fantasía no nos queda más que el nombre. Por fortuna sólo exagero para efectos dramáticos, y esa verdad, aunque a medias, es especialmente verdad para la fantasía épica, apenas una rama de todo el género.<br /><br />Ahora, debo decir que deseo estar siendo injusto, que espero equivocarme. Tal vez la serie no le da la talla a las novelas, tal vez Martin sea un excelente prosista y un maestro del ritmo, tal vez las motivaciones de los personajes no se vean tan básicas al estar presentadas de una manera más convincente y con parlamentos menos efectistas. No quiero dejar de reconocer que sólo es una cuestión de gusto y, sobre todo en mi caso, de disfunción lectora, y que no pueden establecerse criterios para valorar la calidad de una obra partiendo de una interpretación profundamente afectada por esos aspectos (bueno, en cuanto al gusto puede darse una discusión de lo más interesante y necesaria). Si mi torpeza e ignorancia me han hecho calumniar a una de las mejores sagas de la literatura, sólo me queda pedir perdón y compasión. Castigo suficiente será no leerla.<br /><br /><br />* Este es un colmo ya presentado con cierta eficacia en 1986 por la película <span style="font-style: italic;">Highlander</span>, donde casi se puede pensar que la inmortalidad de los protagonistas es sólo un pretexto para justificar duelos de espada a muerte en plena Nueva York de finales del siglo XX.F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-63162901062316692672011-06-11T23:39:00.005-05:002013-07-10T16:37:56.168-05:00THE TERROR (2007) - Dan Simmons<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnxTaD3HV9ikpzVkyipDGFmXCSIKqyH5pkO5bSaXRyk-Z0nlZDdo-rShcYzbaS3lteNHzeCodATyHFUTCtciFxLJMq3m0b_clnSrQBgdNXCLbgM5sv-SE6E4PV1Y7aZv54PFQ1CtfHLRzI/s1600/the-terror.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5617189862782289986" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnxTaD3HV9ikpzVkyipDGFmXCSIKqyH5pkO5bSaXRyk-Z0nlZDdo-rShcYzbaS3lteNHzeCodATyHFUTCtciFxLJMq3m0b_clnSrQBgdNXCLbgM5sv-SE6E4PV1Y7aZv54PFQ1CtfHLRzI/s200/the-terror.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; float: right; height: 200px; margin: 0 0 10px 10px; width: 128px;" /></a>En 1845 una expedición inglesa compuesta por los barcos <span style="font-style: italic;">Terror</span> y <span style="font-style: italic;">Erebus</span> partió hacia el Ártico con la misión y la esperanza de encontrar un paso noroccidental para el Asia. Esa parte es historia. El verano, sin embargo, no fue lo suficientemente benévolo y los barcos quedaron atrapados por el hielo. Las tripulaciones comenzaron a morir de hambre, de frío o con la ayuda de los miembros menos escrupulosos, hasta que una criatura llegada desde lo más blanco del paisaje las distrajo de sus desgracias a mordiscos. Esta parte es ficción. Ahora, imaginen cómo sería <span style="font-style: italic;">Alien</span> si la criatura no fuera el octavo pasajero sino, modestamente, el centésimo vigésimo quinto, y Ridley Scott estuviera dispuesto a contarnos con toda paciencia la historia de cómo todos ellos menos una son devorados. Pues bien, más o menos eso es lo que nos presenta Dan Simmons en <span style="font-style: italic;">The Terror</span>, todo ello agravado por la bravuconada de querer demostrar que la palabra es mejor que la imagen, al punto de que no sólo mil de ellas sean necesarias para superarla sino que, por qué no, hagamos de una vez que sean dos mil.<br />
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<span style="font-style: italic;">The Terror</span> es básicamente una historia sobre estar detenido en el espacio con una percepción alterada del tiempo. Podría ser, con otro autor y en manos de otros intereses, un relato contemplativo, introspectivo y casi filosófico, pero no lo es. Esto lo único que quiere decir es que no es la novela que yo habría esperado o deseado (más lo segundo que lo primero, dado que ya conocía la obra de Simmons) y no tiene por lo tanto validez como crítica, pero las decisiones narrativas tomadas por Dan Simmons, aunque finalmente cumplen con su objetivo de contar una historia, no pueden verse como las más apropiadas.<br />
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Por una parte está la insistencia con que se detiene en datos que ya habían quedado expuestos. Repite una y otra vez que el contacto con el metal congelado puede despellejar al desprevenido, o que la comida enlatada está contaminada, o que la cosa que está afuera los acecha. En cierto momento, un camarero quiere sugerirle al capitán una solución para sus problemas, pero antes siente la necesidad de contextualizarlo por páginas, contándole los detalles de la anterior expedición en la que se presentó una situación similar. El capitán, mientras tanto, se remueve incómodo en su silla, pensando y diciendo que ya sabe todo eso, que, por favor, vaya al grano, y el camarero sigue como si nada con su exposición. Por fin, piensa el lector, un personaje en mi situación, ¿será que finalmente el autor entendió la sensación que produce su novela? Lo sorprendente es que esta escena ocurre justo en la mitad del libro. Aburrido, dejé de leer como por un año. Cuando lo retomé estaba preocupado de no reconocer a los personajes o no recordar cuál había sido la última situación en que los había visto. Pero Simmons, la mata de la consideración, parece haber pensado en ello, pues en cada capítulo vuelve a repetir quién es cada personaje y qué fue lo último que hizo, como si apareciera por primera vez. Cada detalle de información se insiste hasta la náusea, gracias a un narrador omnisciente que parece tener una excepción a su sabiduría y es la conciencia de estar narrando algo.<br />
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Por otra parte, y supongo que esto se debe a su interés en un público más bien definido, está la morosidad con que describe la muerte de los personajes, casi como si se tratara de hacer el ejercicio de imaginar distintas formas de deshacerse de 125 marinos y dar cuenta del mayor número de ellas. No quiero decir que haya algo <span style="font-style: italic;">malo</span> en presentar la muerte en un relato; lo que quiero subrayar es la impresión dejada por el libro de que la relación de todas esas muertes se convierte más en una forma de llenar el tiempo de lectura (solidificado en páginas y páginas de papel con pequeñas manchas sucesivas de tinta) y amenizar la espera de lo que no va a pasar (porque finalmente de eso se trata, de que nada más que la muerte ocurre), que de alguna necesidad narrativa con alguna finalidad clara para alegría de la obra. Si se quiere hablar de la muerte da prácticamente lo mismo hablar de tres muertes que de ciento veinticinco.<br />
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Sin embargo, el estilo moroso de Simmons funciona a favor de las descripciones, las que, en la mayoría de casos, resolvemos por acumulación de datos. Por supuesto, una descripción extensa no es lo mismo que una descripción vívida o intensa (aunque ocasionalmente puedan coincidir), por más detallada que sea. En el caso menos afortunado, la densidad de detalle sólo llega a escenografía, pero como la novela de la que estamos hablando es una que depende en gran parte de su escenografía (tratándose de la historia de un naufragio y de la imposibilidad de actuar que conlleva, no queda mucho en esta clase de historia más que “mirar el paisaje”), la jugada favorece al relato.<br />
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Ahora bien, ¿fábula sobre la fragilidad del hombre ante el poder inmensurable de la naturaleza? ¿Sobre la fragilidad del hombre ante el mal, encarnado en otros hombres? ¿Sobre la fragilidad del hombre ante lo desconocido, lo sobrenatural? Mucho mejor: la novela de Simmons es todo eso. Y por si acaso quedan dudas, el autor se encarga de iluminarnos el camino hacia la interpretación en el capítulo final, dejándonos bien en claro que se trata de un libro con mensaje. Finalmente, el logro incuestionable de <span style="font-style: italic;">The Terror</span> resulta paradójico. Dan Simmons ha escrito una prolongada parábola de la indiferencia. A cada lector le corresponde decidir si se trata de la indiferencia del universo ante el destino humano mientras agoniza o su propia indiferencia ante una historia que prácticamente ha quedado contada en las primeras páginas y que espera de nosotros, por alguna gracia, a que nos quedemos con ella hasta el final, aun sabiendo que no hace méritos.F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-880364239972501332011-06-04T12:38:00.007-05:002011-06-04T13:09:09.766-05:00CORALINE (2002) - Neil Gaiman<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqBkJ_Pg-n14IdHeDRmtOwRAAd7DpySFOqXSXbTe8UxnfEcTaznoSX0bXzqBdT__NpCpravX41fyJf8KjcEGQhoUBAerIcCrJirTWp8-_7W0WaZx8MSZxZtydP9y4YNg-whuUsUEDLoWZi/s1600/Coraline_Dave_McKean.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 134px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqBkJ_Pg-n14IdHeDRmtOwRAAd7DpySFOqXSXbTe8UxnfEcTaznoSX0bXzqBdT__NpCpravX41fyJf8KjcEGQhoUBAerIcCrJirTWp8-_7W0WaZx8MSZxZtydP9y4YNg-whuUsUEDLoWZi/s200/Coraline_Dave_McKean.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5614426667366662658" border="0" /></a><span style="font-style: italic;">[NOTA: última de las </span><a style="font-style: italic;" href="http://macrocaos.blogspot.com/2010/10/una-rosa-para-el-eclesiastes-1967-roger.html">cuatro</a><span style="font-style: italic;"> </span><a style="font-style: italic;" href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/02/la-persistencia-de-la-vision-1978-john.html">reseñas</a><span style="font-style: italic;"> </span><a style="font-style: italic;" href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/03/y-manana-seran-clones-1977-john-varley.html">perdidas</a><span style="font-style: italic;">. Los lectores de este blog (si semejante criatura existe y no es cosa de ciencia ficción) recordarán </span><a style="font-style: italic;" href="http://macrocaos.blogspot.com/2009/02/coraline-pelicula.html">un despotrique similar</a><span style="font-style: italic;"> de hace un par de años.]</span><br /><br />La prueba de que la expectativa puede ser perjudicial. No se trata de una decepción en el sentido más fuerte de la palabra, porque de todos modos es un buen libro, con una bonita historia, sino de la decepción ante la novela tan grande y positivamente comentada, ganadora de casi todos los premios (cosa que no pasaba hace muchos años y que entonces representó buenos títulos) (seguramente voy a recordar luego alguna excepción tremenda, pero mientras eso pasa, salga y valga la generalización), de un autor admirado con ciertas reservas pero con un dominio respetable de lo fantástico.<br /><br />Con tristeza, el estilo resultó más bien plano y la secuencia narrativa molestamente predecible. Casi se podían adivinar desde el principio del capítulo las palabras que los personajes usarían. Y entristece más aun pensar que una posible razón sea que el público esperado (y aspirado) así lo exige: es decir, el viejo y torpe prejuicio (de doble filo, además) de que los niños necesitan un lenguaje poco elaborado junto con una historia vieja como el mundo, apenas actualizada en detalles de escenario, en este caso unos papás que trabajan en computadores o una Coraline semiindependiente que calienta su porción de pizza congelada en el microondas.<br /><br />En su contra también, y contribuyendo a tanta tristeza tan mentada, está su escala. Culpo de ello a quienes se pusieron en el ocio de halarle los cabellos a la mención de Narnia o el País de las Maravillas, pues el mundo al que llega Coraline, aunque tan vasto como su mundo original, es mínimo. Las dimensiones hacen parte del juego: Narnia cabe en un armario y el País de las Maravillas en una madriguera; coherentemente, la otra casa de Coraline cabe en un muro de ladrillos… Ya que se ha llegado al terreno de las comparaciones, recordemos, con la sonrisa que merece, <span style="font-style: italic;">El viaje de Chihiro</span>.<br /><br />Pero reconozco que en esa diferencia de escala podría (incluso debería) encontrarse el mérito de <span style="font-style: italic;">Coraline</span>, o uno de ellos: no se requiere un macrouniverso para que el propio esté en juego. Por otra parte, y por la misma, los personajes son encantadores, uno de ellos hasta memorable («—Podríamos ser amigos, ¿verdad?— dijo Coraline./ —<span style="font-style: italic;">Podríamos</span> ser alguna especie de cría exótica de elefante africano bailarín— dijo el gato. —Pero no lo somos…»), y la valentía de la protagonista es bastante creíble y felizmente exenta de proselitismo (es decir, no es del tipo “niños: es bueno y necesario ser valientes”). Queda suficiente misterio irresuelto al final como para conservar la sensación de extrañeza, y hay algunos momentos que rozan el miedo: un teatro abandonado y a medio deshacer o una persecución en un sótano.<br /><br />Hay que decir, también, que algunas de sus imágenes más efectivas y hermosas no están precisamente relacionadas con el argumento central; por ejemplo, el teatro lleno de perros o el coro de ratas tienen un poder momentáneo y feliz, pero insuficiente. Sin embargo, esto último es algo más bien común en Gaiman, quien tiene la capacidad de iluminar con una sola frase toda una página que de otra manera sería (muy) corriente. Me queda la sospecha de si su mérito como autor se encuentra sobre todo en fragmentos casuales, más para subrayar, con sorpresa las primeras veces, con cansado <span style="font-style: italic;">déjà vu</span> las siguientes, como los que salpican casi toda la serie de <span style="font-style: italic;">Sandman</span>.<br /><br />Y una gran duda: ¿cuál es el límite para el pretexto de las historias y los temas universales, sobre todo en lo que a predictibilidad respecta? ¿Y en cuanto a su necesidad? El miedo, así como el valor que lo enfrenta, seguirán presentes, pero ¿debe el orden de los factores no afectar el producto indefinidamente? Sobre todo vaya la pregunta para el caso específico de los libros infantiles. Tal vez si se demuestra o comenzamos a creer todos al tiempo en la reencarnación, dejaremos de sobredimensionar la inexperiencia de los niños y de sus ojos sorprendidos de cualquier cosa.F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-78981915775524588682011-05-28T18:07:00.009-05:002011-05-29T21:36:04.683-05:00DAREDEVIL: VOLVER A NACER (1986) - Frank Miller (guión) y David Mazzucchelli (arte)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAGmA_8bWutQ4okrc79m1SdSNTXP4oDcpt1Lj5vje_4wvlPGvlpa3c2Jz9OK0QNbL4GT7vFnX1fRrBVjlhwYuk8PtwwKgB2jhwE9_q9RkcFVQLnJCTAAGhbZbu2llwFVYCaUvhry-T8xTY/s1600/daredevil_bornagain.jpeg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 133px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAGmA_8bWutQ4okrc79m1SdSNTXP4oDcpt1Lj5vje_4wvlPGvlpa3c2Jz9OK0QNbL4GT7vFnX1fRrBVjlhwYuk8PtwwKgB2jhwE9_q9RkcFVQLnJCTAAGhbZbu2llwFVYCaUvhry-T8xTY/s200/daredevil_bornagain.jpeg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5611909542595560930" border="0" /></a>MATT MURDOCK/DAREDEVIL: Sufro mucho, sufro mucho.<br /><br />KINGPIN: Soy malo y calculador. Muy malo y muy calculador.<br /><br />LOS PERSONAJES FEMENINOS: Ayúdame Obi Wan Kenobi… perdón, ayúdame Matt Murdock/Daredevil o el hombre que esté más cerca. No tengo carácter. No me preguntes, sólo soy una víctima.<br /><br />FRANK MILLER: <span style="font-style: italic;">(voz en off)</span> La realidad es maldad y sufrimiento. Yo he visto su verdadero rostro, conozco su voz, conozco el sonido de sus pasos y el olor de su aliento cuando viene por mí. El realismo es un arma con la que golpear al lector. Al lector le gusta. Yo sé qué es lo que el lector quiere. Yo sé que la mejor manera de convencer es repetir. La narración sabe mi nombre y yo he visto su verdadero rostro, conozco su voz, conozco el sonido de sus pasos y el olor de su aliento cuando viene por mí y me dice, me ruega, que incluya monólogos internos. ¿Ahora cómo resuelvo el lío que armé? Ah, verdad que es una historia de superhéroes: hay que meter explosiones.<br /><br />KINGPIN: Soy malo y calculador. Muy malo y muy calculador. También soy chambón, pero básicamente malo y calculador.<br /><br />DAREDEVIL/MATT MURDOCK: Sufro mucho, sufro mucho… Oh, huelo una epifanía.<br /><br />YO: Un par de ideas que podrían ser interesantes (no quiero decir “buenas” ni “novedosas”: un villano que conoce la identidad secreta del héroe y se decide a destruirlo poco a poco y un héroe que se ve lanzado hasta el fondo y debe recuperarse) resultan saboteadas por un guión terrible. ¿Realismo? Los personajes son insoportables, tan convincentes como los de cualquier culebrón. Si tomaran media decisión inteligente (y el guionista la presentara de una manera menos tediosa) podría haber algo para rescatar. ¿Clásico? ¿Así de mal estaban los cómics de superhéroes en los ochenta?F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-23001291731061220392011-05-20T09:03:00.007-05:002011-05-22T12:10:18.310-05:00En palabras de otros - Radiohead<iframe width="400" height="330" src="http://www.youtube.com/embed/8EoukRWQ-ec" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-76623860123742807492011-04-29T17:58:00.003-05:002012-01-29T17:39:38.597-05:00Joanna Russ (1937-2011)<div>Me acabo de enterar de la muerte de <b>Joanna Russ</b> (<a href="http://www.isfdb.org/cgi-bin/ea.cgi?Joanna_Russ">biblio</a>/<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Joanna_Russ">bio</a>), una de las escritoras clave de la ciencia ficción feminista.</div><div><br /></div><div>He leí muy poco de Joanna, solo su singular y espectacular novela “<i><b><a href="http://macrocaos.blogspot.com/2010/03/joanna-russ-1975-el-hombre-hembra.html">El hombre hembra</a></b></i>” y algunos cuentos aquí y allá. Sus escritos reflejan muchas de las mejores criticas a la discriminación sexual, y aunque uno no necesariamente tiene que estar de acuerdo con muchas de ellas (yo estoy de acuerdo con la gran mayoría!), <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2009/08/en-palabras-de-otros-joanna-russ.html">estas tienen un enorme poder de reflexión</a> y siempre apuntan al lugar correcto.</div><div><br /></div><div>Si bien hacía mucho tiempo que había abandonado su actividad como escritora de CF (creo que se dedicaba más a la política y crítica desde los 80s), su influencia en el género, en particular en las personas como yo, con un gran interés en el valor literario de la CF, y que además no se trate a la CF como un género escapista.</div><div><br /></div><div style="text-align: left;"><a href="http://macrocaos.blogspot.com/search/label/russ"><i>Joanna Russ en macrocaos</i></a></div><br /><div style="text-align: center;"><span ><br /></span></div><div style="text-align: center;"><a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/"><span ><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="http://i.creativecommons.org/l/by-sa/3.0/88x31.png" /></span></a></div><div style="text-align: center;"><span >Este <span dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" rel="dct:type">obra</span> de <a cc="http://creativecommons.org/ns#" href="http://macrocaos.blogspot.com/" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Salvador Arias</a> está bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/">licencia Creative Commons Atribución-CompartirDerivadasIgual 3.0 Unported</a>.</span></div>Salvahttp://www.blogger.com/profile/01062764779798191688noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-74087822297586946882011-03-10T13:44:00.008-05:002011-03-10T14:10:32.979-05:00Y MAÑANA SERÁN CLONES (1977) - John Varley<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBclvvu5_V3u-Udfg60ZhVpvKjdw0yRbrW182AP1o0gXg6dviyirhyphenhyphen-Zly6L9Fz2gGtN0aceamnRowMLESqGsHtEZGotFWjfagkG0LNkHM8HerrAvTK5wFurIuN55gx_6RxpRY9GXF8y8i/s1600/Varley%252C+John+-+Y+ma%25C3%25B1ana+seran+clones.png"><img style="float: right; margin: 0pt 0pt 10px 10px; cursor: pointer; width: 119px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBclvvu5_V3u-Udfg60ZhVpvKjdw0yRbrW182AP1o0gXg6dviyirhyphenhyphen-Zly6L9Fz2gGtN0aceamnRowMLESqGsHtEZGotFWjfagkG0LNkHM8HerrAvTK5wFurIuN55gx_6RxpRY9GXF8y8i/s200/Varley%252C+John+-+Y+ma%25C3%25B1ana+seran+clones.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5582527005448728514" border="0" /></a><span style="font-style: italic;">[Nota: tercera de las <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2010/10/una-rosa-para-el-eclesiastes-1967-roger.html">cuatro</a> <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/02/la-persistencia-de-la-vision-1978-john.html">reseñas</a> perdidas.]</span><br /><br />Difícil elegir (no más como lector) entre dos títulos horrendos para esta novela. El original, <span style="font-style: italic;">La línea de emergencia</span> [o <span style="font-style: italic;">La línea directa</span>] <span style="font-style: italic;">de Ofiuco</span> (<span style="font-style: italic;">The Ophiuchi Hotline</span>), podría fácilmente ser <span style="font-style: italic;">Las apisonadoras de Arcturus (contra los marcianos tríclopes)</span>, y el definitivo en español, con un criterio al traducir que mezcla la titulación del cine (<span style="font-style: italic;">Vengador del futuro</span>, <span style="font-style: italic;">Fugitivo del futuro</span>, etc., haciendo que, dentro de la misma lógica, esta novela parezca <span style="font-style: italic;">Clones del futuro</span>) y una sospechosa alusión a “Todos vosotros zombis” (otro título mal traducido, dígase de una vez), resulta tan impertinente como vago.<br /><br />Sin embargo, <span style="font-style: italic;">Y mañana serán clones</span> es un buen libro y es fácil entender su inclusión en la selección que hace David Pringle de las cien mejores novelas de ciencia ficción, a pesar de que haya obviado detalles que resultan mucho más interesantes que los que eligió para reseñarla. Aquí volvemos a los Ocho Mundos de los cuentos de <span style="font-style: italic;"><a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/02/la-persistencia-de-la-vision-1978-john.html">La persistencia de la visión</a></span>, casi doscientos años más tarde (aunque el tiempo, dados los estándares de vida en ese mundo, no se note) y nos enteramos, obviamente, de muchas más cosas que ocurren en el trasfondo de la serie. Cuáles son exactamente los Ocho Mundos sigue siendo un misterio para mí. La humanidad ha sido expulsada de la Tierra por los “Invasores” y, como no ha desarrollado aún la forma de dejar el sistema solar, se ha esparcido por cada uno de los planetas que no le han prohibido (además de la Tierra, no puede acercarse a Júpiter, que es donde ahora viven los Invasores). Los cuentos de la serie en <span style="font-style: italic;">La persistencia</span> se desarrollan en mundos diferentes: “Verano retrógrado” en Mercurio, “En el cuenco” en Venus, “Perdido en el banco de memoria” y “El fantasma de Kansas” en Luna, “Cantad, bailad” en los anillos de Saturno y una de sus lunas y “El paso del agujero negro” en el borde del sistema, más allá de Plutón, aunque hoy seguramente se diría que en el cinturón de Kuiper. (Eso nos resuelve por lo menos cuatro de los mundos.) En la novela, en cambio, se recorre gran parte del sistema solar en busca de respuestas. <span style="font-style: italic;">Y mañana serán clones</span> es una ópera espacial mientras que los cuentos son romances planetarios.<br /><br />De todos modos la lectura complementaria de cuentos y novela es muy disfrutable y recomendada, a pesar de su diferencia en el tono (podríamos pensar que obligada por la extensión de cada género, pero no necesariamente): la novela es más grandilocuente, en estilo y en historia, y diríamos definitiva dentro de los acontecimientos de los Ocho Mundos. Despista, eso sí, que empieza y rebasa la mitad como una novela de personaje y súbitamente da un giro y se convierte en una carrera por salvar a la especie humana. Queda un saborcito a deus ex máchina que puede ser un poco amargo.<br /><br />Al principio de la novela vemos una sucesión más bien vertiginosa de clones con sus reflexiones. Esto le permite a Varley narrar la historia desde el punto de vista de un solo personaje que no es siempre el mismo; buena parte de lo interesante está en la conciencia que tiene cada clon de ser igual a la persona clonada pero no totalmente, de ahí que prefieran considerarse parientes antes que iguales. De ese modo, una misma protagonista (pero distinta) siente a la vez amor y antipatía por otro personaje, se enfrenta a distintas circunstancias al tiempo en dos espacios diferentes, o reacciona de forma diferente ante circunstancias más bien parecidas. Incluso siente distintos grados de responsabilidad con los clones que la antecedieron: puede pensar que sus actos deben justificar sus muertes (¿o era al revés?) o puede sentirse totalmente indiferente hacia ellas.<br /><br />En los Ocho Mundos, la clonación y las otras técnicas de alteración del cuerpo empiezan como ejercicios de pantropía que, a medida que avanzan las historias, cambian el panorama cultural radicalmente. Los cambios que sufre el cuerpo humano son el resultado de la necesidad de adaptarse para sobrevivir al espacio y a las superficies planetarias extrañas. Sin embargo, la manipulación genética está prohibida y es un crimen que se paga con la muerte. Así comienza, justamente, la historia de Lilo, la protagonista de <span style="font-style: italic;">Clones</span>.<br /><br />Se tiene la sensación de que este es uno de esos libros donde ocurren más cosas que las evidentes y todo es más extraño de lo que se pueda imaginar. De pronto sabemos que en Luna casi todos van desnudos; de pronto, también, que la esterilidad es un atractivo sexual, o que está de moda tener más de dos brazos, o que el personaje de al lado mide menos de un metro. La maleabilidad de los cuerpos (Pringle dixit) ha generado un universo extraño donde el asesinato no es un crimen sino un delito, y uno poco rentable.<br /><br />Justamente, como decía a propósito de los cuentos, fascinan más los detalles “secundarios” que la misma historia de Lilo y sus seis clones (si no conté mal). Siempre se quisiera saber más de cada uno de los mundos, de los anillanos, de los cazadores de agujeros, de los bebés de azúcar, de trasplantes y operaciones, de cuánto más se puede alterar el cuerpo humano; la complejidad del cuadro es asombrosa e intrincadísima, y Varley domina su información de manera tal que no se resiente ningún discurso como excesivo o innecesario. Es una de las historias del futuro más interesantes con las cuales sea posible toparse, llena de ideas. Sigo sin entender la falta de atención y honor.F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-79370902248862608872011-02-22T17:24:00.006-05:002011-03-10T18:51:06.657-05:00En palabras de otros - James Tiptree, Jr. (2)<blockquote>...Flota, visiblemente saturado, azul y verde en medio de la negrura. Él lo mira con atención: aumenta de tamaño mientras late con un ritmo aterrador y apagado, y expulsa lentamente una masa fantasmal de gran tamaño que se extiende, se solidifica... es un planeta testículo que empuja un pene monstruoso en dirección a las estrellas. El pulso de su sangre resuena a través de las sollozantes inmensidades; frío, frío. El falo tiene parsecs de longitud y vibra, busca a ciegas llevado por una presión intolerable en su interior; su punta es un enorme glande nebuloso iluminado por un destello: la <span style="font-style: italic;">Centauro</span>. Crece, se extiende penosamente, en busca de alivio... las estrellas tañen en un crescendo insoportable...</blockquote><div style="text-align: right;">—James Tiptree, Jr., "A Momentary Taste of Being"<br /></div>F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-31288554628529283972011-02-19T12:50:00.004-05:002012-01-29T17:40:11.554-05:00CATHERINE ASARO (2001) Rosa cuántica<div>Como mucha gente, confieso que muchas veces el título de alguna novela me impacta mucho y me pone a buscar el libro para leerlo. Eso me paso con <i><b>Rosa cuántica</b></i> de Catherine Asaro (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Catherine_Asaro">bio</a>/<a href="http://www.isfdb.org/cgi-bin/ea.cgi?Catherine_Asaro">biblio</a>), cuyo titulo vi en una <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Nebula_award_for_best_novel">lista de los premios <b>Nebula</b></a>, y de inmediato me llamo la atención (además, si mal no recuerdo, en ese momento, 2001 o 2002 era el último Nebula xD).</div><div><br /></div><div><b>Kamoj</b> vive en algún alejado planeta de tradición que parece medieval, aunque por sus nombres y tradiciones, en alguna parte de su historia debieron haber sido ingenieros. Ella es gobernadora de una pequeña provincia y su prometido, <b>Ponteferro</b>, es el gobernador de una poderosa provincia vecina. Pero la relación se distorsiona ante la llegada de un misterioso extranjero, <b>Leostelar</b>, que la toma por esposa, y ello desencadena un alud de acontecimientos que involucra a el viejo imperio galáctico de <b>Eskolia</b>.</div><div><br /></div><div>La novela no es mala, pero se me hizo un poco vacía, como sin mucho que contar. La situación política que rodea tanto a Kamoj como a Leostelar es bastante retorcida, y a veces, se me hace muy confusa. Así como la unión de la historia del pequeño planeta, el gran imperio, y el problema domestico, es un poco forzada, simplemente, no conectan entre sí. Lo que hace que la historia se como un barco a la deriva que va de aquí para allá y que uno siempre sienta como si estuviera leyendo varios libros distintos.</div><div><br /></div><div>No se, me imagino esa descripción le gustaría a Asaro, que me sorprendió con un anexo donde explica la novela como un sistema de partículas cuánticas (!!). Para mi, el principal problema de esas novelas “analogía/metáfora” es que la vida real, poco se parece a esas maquinaciones, y el tratar de encasillarla, pues se ve una historia muy deforme, muy antinatural...</div><div><br /></div><div><b style="font-style: italic; ">Nota lateral</b><i>: un ejercicio similar, mucho mejor logrado, dado que hay muchas más posibilidades es </i><b>Las casillas de la ciudad</b><i> de </i><b style="font-style: italic; ">John Brunner</b><i>, basada en una partida de ajedrez. Eso si, cuando la métafora sale a la luz, los detalles y circunstancias parecen no cuadrar.</i></div><div><br /></div><div>No puedo decir que me desilusione, más bien, que me pareció que es una novela como muy simple y plana como para ganar un Nebula en estos días.</div><br /><div style="text-align: center;"><span ><br /></span></div><div style="text-align: center;"><a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/"><span ><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="http://i.creativecommons.org/l/by-sa/3.0/88x31.png" /></span></a></div><div style="text-align: center;"><span >Este <span dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" rel="dct:type">obra</span> de <a cc="http://creativecommons.org/ns#" href="http://macrocaos.blogspot.com/" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Salvador Arias</a> está bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/">licencia Creative Commons Atribución-CompartirDerivadasIgual 3.0 Unported</a>.</span></div>Salvahttp://www.blogger.com/profile/01062764779798191688noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-39403718647590650102011-02-16T20:13:00.004-05:002012-01-29T17:40:20.172-05:00IAIN M. BANKS (1987) Pensad en Flebas<div>Según <a href="http://io9.com/#!5302367">algunas personas</a> <i><b>Pensad en Flebas</b></i> de <b>Iain M. Banks</b> (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Iain_Banks">bio</a>/<a href="http://www.isfdb.org/cgi-bin/ea.cgi?Iain_M._Banks">biblio</a>) inicio lo que ahora es conocido como “<i>la nueva opera espacial</i>”, que, <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2009/09/como-se-traduce-flash-fiction.html">en palabras de otros</a> (<a href="http://www.omegacom.demon.co.uk/opera.htm">Paul McAuley</a>) el equivalente británico del <i>cyberpunk</i> de US en los 80s. No estoy muy seguro acerca de cualquiera de las dos afirmaciones, pero no importa, porque ciertas o no <i>Pensad en Flebas</i> es una muy buena novela.</div><div><br /></div><div><b>Horza</b> un cambiante (un humano que puede cambiar de aspecto físico) es contratado por la raza de los <b>iridianos</b>, unos extraterrestres guerreros y religiosos que se hayan en guerra con la <b>Cultura</b>, una sociedad de humana muy desarrollada, basada en la existencia de poderosas inteligencias artificiales, <b>las mentes</b>. La misión de Horza de hecho es ir por una mente que ha quedado abandonada en un planeta de los muertos. Mientras prepara la misión, la nave de Horza es destruida por la cultura, y Horza debe ingeniárselas para llevar a cabo la misión.</div><div><br /></div><div>La novela es muy buena, en especial tiene muchas aventuras y detalles técnicos. Ciertamente, Iain exagera un poco con la parte de aventuras, muchas de ellas no le dan ningún aporte a la historia, y su desarrollo es inverosímil, pero en realidad eso no es algo de Iain, y se puede decir, que es parte de lo que constituye, o al menos es aceptable dentro de una opera espacial.</div><div><br /></div><div>Para ser una novela prácticamente de aventuras, esta muy bien escrita, y el desarrollo de la mayor parte de los personajes es muy bueno, además que Iain logra dar un gran desarrollo a muchos conflictos. Por otro lado, también esta el background del mundo, la guerra es algo más bien lateral a la acción, así como los bandos de la misma, pero se consigue crear ese ambiente y dándonos detalles aquí y allá es posible armar buena parte del universo subyacente.</div><div><br /></div><div>Es por eso que el apéndice final del libro, con los detalles de la guerra, y lo que le pasa después a los personajes, pues se me hace un agregado completamente inoficioso, y pues totalmente carente de alguna gracia, afortunadamente es tan chimbo que uno rápidamente se olvida de su presencia en la novela, y lo que diga ahí pues ni va, ni viene.</div><div><br /></div><div>Por cierto! A pesar de que la mayoría de las aventuras, se consiguen salvar de una manera extremadamente poco creíble, y pareciera que los personajes siempre buscaran la solución que generara más problemas, el resultado es muchas veces el esperable si dichas aventuras en realidad resultaran!</div><div><br /></div><div>Ahora bien, aprovechemos para hablar un poco de la “nueva opera espacial” y las palabras de McAuley, pues digamos estoy de acuerdo en el sentido en que esta “nueva opera espacial” es más post-moderna, ya no son sociedades homogeneas en la galaxia, sino estructuras más anarquicas. Así mismo, hay también pues una ayuda de tener “el futuro” más a la mano. Sin embargo, creo, luego de leer algunos de los autores de esa “nueva” opera espacial, y compararla con la opera espacial de US en esa misma época (<a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/02/c-j-cherryh-1988-cyteen.html">Cherryh</a>, Simmons, Sterling, <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/02/la-persistencia-de-la-vision-1978-john.html">Varley</a>... como me hizo dar cuenta Felipe, en los 80s todos los ganadores de los <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Hugo_Award_for_Best_Novel">Hugo en novela</a>, menos uno, son operas espaciales), ambas son muy similares, y además, también muy similares a la “vieja” opera espacial.</div><div><br /></div><div>Si tengo que decir si hay una diferencia entre la opera espacial británica y la opera espacial estadounidense (sean viejas o nuevas), o quizá más bien, entre la CF británica y la de US, es que una se ancla en los trabajos de tipos como <a href="http://macrocaos.blogspot.com/search/label/clarke">Clarke</a>, <a href="http://macrocaos.blogspot.com/search/label/aldiss">Aldiss</a> o <a href="http://macrocaos.blogspot.com/search/label/ballard">Ballard</a>, mientras la otra es descendiente de <a href="http://macrocaos.blogspot.com/search/label/asimov">Asimov</a> y <a href="http://macrocaos.blogspot.com/search/label/heinlein">Heinlein</a>.</div><br /><div style="text-align: center;"><span ><br /></span></div><div style="text-align: center;"><a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/"><span ><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="http://i.creativecommons.org/l/by-sa/3.0/88x31.png" /></span></a></div><div style="text-align: center;"><span >Este <span dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" rel="dct:type">obra</span> de <a cc="http://creativecommons.org/ns#" href="http://macrocaos.blogspot.com/" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Salvador Arias</a> está bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/">licencia Creative Commons Atribución-CompartirDerivadasIgual 3.0 Unported</a>.</span></div>Salvahttp://www.blogger.com/profile/01062764779798191688noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-12843824612782128452011-02-15T18:52:00.009-05:002011-02-16T09:57:14.570-05:00LA PERSISTENCIA DE LA VISIÓN (1978) - John Varley<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFZ9ANP3WGxKzEnHhBQZjXyzd6wlUjKwTM0hIWWCxyD8eBDL3ESmAfYws3IlwM6GEWJTV3gjomviPsOmEhxf58g94ptTNaMRoXn6k1VMyV66n1ITBZD0rW11ejwMLzdBdL_PtoIVMVUwkI/s1600/persistencia.jpg"><img style="float: right; margin: 0pt 0pt 10px 10px; cursor: pointer; width: 134px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFZ9ANP3WGxKzEnHhBQZjXyzd6wlUjKwTM0hIWWCxyD8eBDL3ESmAfYws3IlwM6GEWJTV3gjomviPsOmEhxf58g94ptTNaMRoXn6k1VMyV66n1ITBZD0rW11ejwMLzdBdL_PtoIVMVUwkI/s200/persistencia.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5574070120311967842" border="0" /></a><span style="font-style: italic;">[NOTA: esta es la segunda de las cuatro reseñas perdidas.]</span><br /><br />La gana de <span style="font-style: italic;">space opera</span> sofisticado (inercia de venir de leer a <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2010/10/una-rosa-para-el-eclesiastes-1967-roger.html">Zelazny</a>) y las dos afirmaciones de Delany que rondaban la memoria (que todo lo que hay por saber sobre implantes hay que leerlo en el <span style="font-style: italic;">Waldo</span> de Heinlein y en Varley, y que para entender el cyberpunk es indispensable leer a Varley, a pesar de ser su completo opuesto) me trajeron hasta aquí. Observación general: la edición de Orbis excluye tres cuentos del original en inglés (“Verano retrógrado”, “Incursión aérea” y “El paso del agujero negro”), ve tú a saber las razones.<br /><br />La primera afirmación de Delany se detiene en suspensivos, por lo menos mientras llega la lectura del <span style="font-style: italic;">Waldo</span>, o de momento sólo digamos que no es tan omnipresente como se esperaba. De todos modos, sólo es una colección, y además incompleta. Sobre la segunda, tal vez quedan más dudas que conclusiones, demostración de que mi definición de cyberpunk y la de Delany difieren.<br /><br />En realidad, terminé viendo más parecidos que diferencias en ese aspecto y al final fue inevitable relacionar los relatos de Varley sobre los Ocho Mundos con el ciclo Shaper/Mechanist de Sterling, haciendo la aclaración de que la obra de éste es la versión especializada en política y economía del universo de Varley. Por ejemplo, la escena en “El fantasma de Kansas” donde la protagonista explica los recovecos legales de la sucesión entre clones tiene su eco sofisticado en el cuento “Twenty Evocations” de Sterling. Por otro lado, el bajo mundo (sobre todo en “En el cuenco”, con sus ciudades venusinas) se prolongará en las obras de Gibson como un espacio de irrealidades y quebrantamiento de los límites. Cae vencido Varley con respecto a su prosa, poco ambiciosa (¿acaso será la traducción?), y esa es una brecha gigantesca en relación con el cyberpunk; pero el <span style="font-style: italic;">sense of wonder</span> y la complejidad de mundo son deliciosos.<br /><br />Uno de los mayores placeres de leer los cuatro cuentos de los Ocho Mundos incluidos en esta edición era intentar reconstruir el fondo de todo el tramado, armar una panorámica a partir de detalles secundarios en cada relato. También el encuentro de una de las concepciones de corporeidad más extrañas que haya leído, antecesora de muchas otras posthumanidades (aunque creo que todavía ninguna a ese nivel) y emparentada con la que se encuentra en “El día un millón” de Frederik Pohl: según ella el cuerpo es un punto de confluencia de formas y es múltiple, porque puede alterarse, cambiarse, rejuvenecer o resucitar, clonarse, perder los ojos, los tímpanos y las piernas y remplazarlos con facilidad. Tal vez era a esto a lo que se refería Delany.<br /><br />En “En el cuenco” la descripción de la atmósfera venusina y las adaptaciones humanas a ella, además de las ciudades disfrazadas con holos, salpicadas aquí y allá por el planeta, y la relación del protagonista con Ascua, la niña, son más interesantes que el argumento aparente, lo cual no es necesariamente una mala cosa. Al final no importa mucho si las piedras que el protagonista busca están vivas o no. Hay un eco de “Collector’s Fever” de Zelazny.<br /><br />Con “Cantad, bailad”, casi se puede decir que ídem. Es inevitable querer saber más de los simbiontes y la vida en los Anillos (de Saturno), y de la máquina de hacer música de Timbales que del desabrido Jano y sus agentes.<br /><br />“Perdido en el banco de memoria” y “El fantasma de Kansas”, los dos ambientados en Luna, integran mucho mejor la acción y el espacio. Del primero, aunque haya mucho para celebrar, subrayo el recurso de la visita estudiantil para exponer la información sobre la operación a la que será sometido el protagonista. Del segundo, la relación climática (en más de un sentido) entre la protagonista y uno de sus parientes clones es simplemente antológica.<br /><br />Los otros dos cuentos (es decir, los que no pertenecen a los Ocho Mundos) tienen también mucho a favor. Como en el caso de <span style="font-style: italic;">Una rosa para el Eclesiastés</span> de Zelazny, el cuento premiado, “La persistencia de la visión” fue el que menos me gustó, y aun así es una muy buena pieza, con algo de Le Guin en su paisaje y en su utopía aparente. Pero tal vez lo más interesante es que se trata de una utopía distópica, en el sentido de que es una isla pequeña e imposible en medio de un mundo que se viene abajo; el contraste es violentísimo y la ocultación de los detalles que componen el mundo exterior (en oposición a la proliferación de detalles sobre Keller, la comunidad de sordomudociegos) está muy bien manejada. Además, como la mejor CF, tiene muchas cosas interesantes que decir sobre el lenguaje y lo que hacemos con él creyendo que lo dominamos. Creo que lo que no lo favorece es estar, al igual que Keller, rodeado por un mundo hostil, aunque no directamente agresivo; en este caso, los otros cinco cuentos.<br /><br />“En el salón de los reyes marcianos” es un cuento con dos elementos: una colonización forzosa de Marte y una investigación xenológica. Respecto a lo primero, hay que decir que se presiente ya el manejo de personalidades memorables en espacios cerrados que Kim Stanley Robinson llevará al tope con su serie: las relaciones entre sexos, entre especialidades, por el liderazgo, con el paisaje, todo está allí en estado germinal. Extraña mucho que Varley no figure más en las listas de grandes influencias de los escritores de la década siguiente, fueran cyberpunks o humanistas.<br /><br /><br />P.D. Los cuentos restantes pueden encontrarse, junto con el prólogo perdido de Algis Budrys, en el libro <span style="font-style: italic;">En el salón de los reyes marcianos</span> de la colección Súper Ficción de Martínez Roca. No sobra recordar que las ediciones de Orbis eran reimpresiones de títulos anteriormente publicados por otras editoriales y <span style="font-style: italic;">La persistencia</span> era, originalmente, parte de la misma colección Súper Ficción. Lo que no sabría decir es si la edición de Orbis corresponde exactamente con la de Martínez Roca; de ser así, hay una repetición de cuentos entre <span style="font-style: italic;">La persistencia</span> y <span style="font-style: italic;">En el salón</span> que no tendría justificación, sobre todo si se tiene en cuenta que los tres cuentos que faltan en la primera son tal vez los más cortos y podrían haber estado, junto con los demás, en un mismo volumen. La omisión hace que el lector se pierda una pequeña joya como “Verano retrógrado” que, en pocas palabras, es el punto donde se encuentran la <span style="font-style: italic;">space opera</span> y las <span style="font-style: italic;">soap operas</span>, es decir, los novelones.F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-16523690325728928942011-02-11T20:51:00.007-05:002012-01-29T17:41:13.533-05:00C. J. CHERRYH (1988) Cyteen<div>Desde hacía un buen tiempo tenía a <i><b>Cyteen</b></i> de <b>C.J. Cherryh</b> (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/C._J._Cherryh">bio</a>/<a href="http://www.isfdb.org/cgi-bin/ea.cgi?C._J._Cherryh">biblio</a>) en mi lista de leer pronto. No solo porque en su año, la novela se llevo varios premios, sino que además, siempre aparece en las listas de las <i>Space Opera</i>, o en las de los más importante de los 80s, y nunca había leído nada de C.J.</div><div><br /></div><div>Una reconocida científica y política de Cyteen, una colonia independiente de Tierra, <b>Ari Emori</b> muere, lo que produce una profunda perturbación política. Sus aliados arrancan en secreto un plan para realizar un clon de ella, aun cuando la tecnología de la clonación no parece ser muy exitosa. Para mantener a distancia a <b>Robert Jordan</b>, un rival político de Ari, su “hijo” es tomado prácticamente como rehén... En realidad, la historía es muy compleja, y hay muchas más cosas de las que se pueden decir aquí.</div><div><br /></div><div>La novela, es un popurrí de toda clase de ideas de la CF. Clones, aliens, bases espaciales, genética y física muy avanzada, modelos sociales, y todas las cosas que puedan caer en el intermedio. Además de una historía política muy compleja, y llena de detalles aquí y allá. Aún, así, creo, Carolyn (C.J.) logra crear una buena historia, muy entretenida y emotiva, sin que uno sienta que es artificiosa. Y pues el universo creado es bien coherente y con muchisimas lineas para desarrollar.</div><div><br /></div><div>Aún así, la novela es demasiado larga. Especialmente hacia el final de la historia, cuando el clon de Ari se dedica a leer las memorias de la Ari original, son re-tediosas, y me parece que en muchos aspectos innecesarios, pues los puntos realmente importantes se habían desarrollado en la misma historia, porque tratar una formula nueva? El diario es una mala salida, y pues consume un montón de páginas.</div><div><br /></div><div>Más allá de las muchas cosas que se sueltan en la historia (como los “azi”) y alguna que otra cosa incoherente (a veces pareciera que los azi son un producto de como se desarrollarón , y otras veces, que la diferencia es genética...), la tensión política que gira alrededor de la historia, es atrapante, y las relaciones entre los personajes y sus reacciones sociales y psicológicas son muy buenas. La interacción social queda plasmada de una forma brutal, donde los pequeños detalles, los gestos son los que llevan la dirección de los encuentros, más que las cosas que pasan o se dicen (que pues como en toda reunión, se trata de ser lo menos explicito posible).</div><div><br /></div><div>Me gusto bastante, y es otro gran punto en la CF de los 80s :). De los nominados al Hugo del 89, la otra que leí fue <i>Monalisa acelerada</i> de <b>William Gibson</b>, y aunque soy muy fan de William, hubiera votado por la novela de Carolyn. Eso sí, nunca he leído <i>Islas de la red</i> de <b>Bruce Sterling</b>, que es una de esas novelas que me encantaría leer, pero que nunca he podido conseguir.</div><div><br /></div><div>Creo que solo <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2010/01/gene-wolfe-1980-1983-el-libro-del-sol.html"><i>El sol nuevo</i> de <b>Gene Wolfe</b></a> e <i>Hyperion/Caída de Hyperion</i> de <b>Dan Simmons</b> le ganan (de las que yo he leído) en cuanto a la complejidad de la historia y desarrollo. Según, me entere hace poco, casi 20 años después de la novela original, ahora se va a publicar la secuela directa de la novela. A mi esas secuelas tan tardías me producen algo de desconfianza, más sobretodo si uno siente que el cierre de la novela es más que adecuado. Como sea, <i>Cyteen</i> por si sola es una excelente novela.</div><div><br /></div><div><b>Update</b></div><div>La secuela salió en el 2009 (!!!) y se llama <i>Regenesis</i>.</div><br /><div style="text-align: center;"><span ><br /></span></div><div style="text-align: center;"><a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/"><span ><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="http://i.creativecommons.org/l/by-sa/3.0/88x31.png" /></span></a></div><div style="text-align: center;"><span >Este <span dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" rel="dct:type">obra</span> de <a cc="http://creativecommons.org/ns#" href="http://macrocaos.blogspot.com/" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Salvador Arias</a> está bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/">licencia Creative Commons Atribución-CompartirDerivadasIgual 3.0 Unported</a>.</span></div>Salvahttp://www.blogger.com/profile/01062764779798191688noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-63619308790566159492011-02-08T22:20:00.004-05:002012-01-29T17:41:21.357-05:00Tres respuestas al cyberpunk 3: Aire (2004) de Geoff Ryman<div>Finalmente me senté a escribir la tercera entrega de <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/01/tres-respuestas-al-cyberpunk-0-intro.html">las respuestas al <i>cyberpunk</i></a>. Esta vez con una maravillosa novela, que para mi es no solo la mejor de las tres reseñadas aquí, sino que es una de las mejores novelas de CF que he leído, se trata de <i><b>Aire</b></i> de <i>Geoff Ryman</i> (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Geoff_Ryman">bio</a>/<a href="http://www.isfdb.org/cgi-bin/ea.cgi?Geoff_Ryman">biblio</a>), novela con la que fue nominado al <b>Nebula</b>, y que se llevo el <i><b>British SF</b></i>, y el <b>James Triptree</b>.</div><div><br /></div><div>No más al comenzar descubrimos que estamos ante una novela diferente: la primera pagina de la novela tiene un mapa, el mapa de un villorrio de no más de una docena de casas. En ese pueblito vive <b>Mae</b>, una consultora de belleza, en alguna apartada región de Asia central donde conviven chinos, musulmanes y eloí. Pronto el pueblo se unira a Aire, una forma más poderosa de internet que ha revolucionado el mundo entero.</div><div><br /></div><div>Dado el <i>setting</i> y los personajes de esta novela, es una cosa única en la CF, en vez de avezados ingenieros, o tecnócratas/negociantes muy bien educados, o aventureros sin par, Geoff nos trae un poco de campesinos ignorantes, muchos de ellos no saben leer, y como tienen que labrar el campo todo el día, apenas si queda espacio para la aventura. Sin embargo, estamos ante CF de la mejor calidad, Geoff muestra una muy vivida situación de una sociedad que de pronto se enfrenta a un cambió tecnológico, con mucha gente que prefiere huir al cambió, y se niega a aceptarlo, a pesar de que no hay vuelta atrás.</div><div><br /></div><div>Además de eso, todo en esta novela esta muy bien construido, la narrativa, y los personajes se integran de forma completa a la historia. Geoff nos muestra una vez más que la CF no es los personajes vs. la historia vs. el <i>setting</i>. En realidad, el mejor producto no es el que elabora uno de esos elementos, sino el que elabora los tres. Y por eso <i>Aire</i> es especial y sencillamente fantástica.</div><div><br /></div><div>Ahora bien, esta es una respuesta muy particular al <i>cyberpunk</i> (o quizá mejor, una respuesta a toda la CF). Como había mencionado antes el <i><a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/02/tres-respuestas-al-cyberpunk-2-al-final.html">post-cyberpunk</a></i> trata de darle un respiro a la clase media generando un futuro más “amigable” de cierta manera, ignoran el reto de <b>William Gibson</b> cuando dijo que <i>Neuromante</i> no era una distopia. Geoff va a ese punto de manera directa, como se vería nuestro mundo en ese futuro ultra tecnológico si fuéramos campesinos? Después de todo, la población que describe Geoff es mucho, pero mucho mayor que la del mundo urbano del <i>cyberpunk</i>. Además, de manera similar a <b><a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/01/tres-respuestas-al-cyberpunk-1-el-rio.html">Ian MacDonald</a></b> (ambos son británicos que han viajado mucho), se fija más en el tercer mundo.</div><div><br /></div><div>Así, en este mundo de Ryman no tenemos super corporaciones, sino nuevamente gobiernos nacionales (aunque no necesariamente con mucho control), y el escenario ya no es la ciudad, sino una villa de campo. Geoff menciona aquí y allí algunos detalles de las modas y la vida “de la gran ciudad” pero eso es casi como un chisme. De cierta manera lo que le pasa “al mundo”, apenas si afecta al pequeño pueblo de Mae o por el contrario puede tener un efecto catastrófico.</div><div><br /></div><div>Además, Geoff mueve las cosas a algo más tangible, al punto concreto que es para mi el más importante, y más “realista” en el <i>cyberpunk</i> (y que pues de una manera u otra, es dejado un poco de lado en las <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/01/tres-respuestas-al-cyberpunk-1-el-rio.html">otros</a> <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/02/tres-respuestas-al-cyberpunk-2-al-final.html">dos</a> libros que examiné, más no así en <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2008/01/william-gibson-lus-virtual-mundo-espejo.html">los trabajos de Gibson</a>) es el poder de las comunicaciones, y como el negocio alrededor de la conectividad, es el verdadero canal de “futuro.”</div><div><br /></div><div>Una hermosa novela, y además una muy diferente.</div><br /><div style="text-align: center;"><span ><br /></span></div><div style="text-align: center;"><a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/"><span ><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="http://i.creativecommons.org/l/by-sa/3.0/88x31.png" /></span></a></div><div style="text-align: center;"><span >Este <span dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" rel="dct:type">obra</span> de <a cc="http://creativecommons.org/ns#" href="http://macrocaos.blogspot.com/" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Salvador Arias</a> está bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/">licencia Creative Commons Atribución-CompartirDerivadasIgual 3.0 Unported</a>.</span></div>Salvahttp://www.blogger.com/profile/01062764779798191688noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-7615442665941291572011-02-01T18:57:00.004-05:002012-01-29T17:41:29.350-05:00Tres respuestas al cyberpunk 2: Al final del arco iris (2006) de Vernon VingeLa segunda <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/01/tres-respuestas-al-cyberpunk-0-intro.html">respuesta al <i>cyberpunk</i></a> que voy a mirar viene de una novela de <b>Vernor Vinge</b>(<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Vernor_vinge">bio</a>/<a href="http://www.isfdb.org/cgi-bin/ea.cgi?Vernor_Vinge">biblio</a>), “<i><b>Al final del arco iris</b></i>” que el 2007 gano el premio <b>Hugo</b> a mejor novela, y que también es, en mi opinión, una de las mejores novelas de la década.<br /><br />Un agente de inteligencia descubre que misteriosamente un día mucha gente que vio un partido en tv, fue a comprar una marca de un lácteo particular, lo que genera una enorme investigación coordinada de los mayores equipos de inteligencia de la tierra, para descubrir que sucede. Entre tanto <b>Robert Gu</b> es revivido, varios años después de que le congelaron ahora que se a encontrado la cura a su alzhaimer. Robert, un eminente poeta (y muy mala persona) encuentra que su nueva vida ya no tiene el talento de antes.<br /><br />La novela es muy, muy entretenida, tiene continuos cambios de situación, y aunque la trama se desenvuelve muy lentamente, Vernor nos mantiene siempre pendientes con sus personajes, y sobre todo, con el detallado mundo que a creado alrededor. Un mundo donde la “realidad aumentada” esta en su máxima expresión, y todo el mundo utiliza lentes de contacto y “trajes” que te permiten interactuar con el mundo de internet y el mundo real. Más allá del paradigma gibsoniano, la red de Vernor forma un todo y único con el mundo real, y es por eso que es tan poderosa.<br /><br />Sin embargo, pues Vernor no puede escapar de ser estadounidense. La historia, a pesar de estar ambientada en un mundo globalizado, es muy provinciana y limitada a los lugares comunes dentro US, incluyendo a los típicos soldados de un ejercito donde el bienestar de la nación esta por encima de todo y es parangón de la eficiencia. Otro detalle gringo, todo son genes: el gen de comer tostadas, el gen que hace que me guste el color rojo o el azul, etc. Es curioso, porque el libro a la vez podría verse como un comentario acerca de que somos nosotros quienes nos construimos a nosotros mismos, pero a la vez la trama gira en torno a que somos totalmente manipulables mediante los genes.<br /><br />Pero aún a pesar de esos detalles, esta tan bien hecha, que no dejan de ser detalles secundarios. Gran novela, y justa ganadora del premio Hugo.<br /><br />Una cosa que me llamo la atención, es que al igual que en la vieja ciencia ficción, hay un amor por las soluciones absurdas. Parte de la trama gira en torno a la digitalización de los libros (es sin duda una respuesta directa a google books), pero la digitalización se hace destruyendo los libros y luego volviéndolos mediante algoritmos... No se, la sola idea me parece tan impráctica e implausible como los andenes rodantes de <b>Robert Heinlein</b>.<br /><br />Ahora bien, cual es la respuesta de Vernor al <i>cyberpunk</i>? Alguna vez leí que cuando a <b>William Gibson</b> le preguntaron de la distopia de <i>Neuromante</i>, el dijo que <i>Neruomante</i> no era una distopía, a menos que uno fuera de la clase media norteamericana... Es a esa parte de la población (que es además el mercado de la CF en US) para quienes el <i>cyberpunk</i> era aterrador, y eso genero su respuesta más famosa: el <i>post-cyberpunk</i>, el resultado reaccionario de la clase media. Así, en el <i>post-cyberpunk</i> (como es el caso de <i>Al final...</i>) todo el ambiente tecnológico esta allí, pero en vez de una sociedad derrumbada, es este apoyo tecnológico lo que ha producido una nueva generación más feliz, más prospera, más cerca del “sueño americano.”<br /><br />La pobreza, en cualquier expresión brilla por su ausencia en <i>Al final...</i>, el mundo es utópico e idílico. Es verdad, no todos tienen mucho dinero, pero todos hacen su trabajo, y viven más o menos bien, hay posibilidades para todos. Aquí, los intereses económicos de las grandes corporaciones brilla por su ausencia, el verdadero problema son las instituciones gubernamentales (en especial, las de países extranjeros).<br /><br />El <i>post-cyberpunk</i> tiene la ventaja (como también la tenía <b>Ian McDonald</b> en <i><a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/01/tres-respuestas-al-cyberpunk-1-el-rio.html">El río de los dioses</a></i>) de ver el “futuro” un poco más de cerca. A su vez, produce resultados que son más satisfactorios para mucha gente, porque no pone en duda el <i>statu quo</i> de nuestra sociedad ni presente, ni futura. El <i>post-cyberpunk</i> niega de plano al <i>punk</i>, es un producto más para los <i>yuppies</i>. Es por eso que como “movimiento” carece del poder que tenía el <i>cyberpunk</i>, pero sin duda, vende y gusta mucho más.<br /><div style="text-align: center;"><span ><br /></span></div><div style="text-align: center;"><a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/"><span ><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="http://i.creativecommons.org/l/by-sa/3.0/88x31.png" /></span></a></div><div style="text-align: center;"><span >Este <span dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" rel="dct:type">obra</span> de <a cc="http://creativecommons.org/ns#" href="http://macrocaos.blogspot.com/" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Salvador Arias</a> está bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/">licencia Creative Commons Atribución-CompartirDerivadasIgual 3.0 Unported</a>.</span></div>Salvahttp://www.blogger.com/profile/01062764779798191688noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-550521803890888082011-01-28T20:47:00.004-05:002012-01-29T17:41:39.328-05:00Tres respuestas al cyberpunk 1: El río de los dioses (2004) de Ian MacDonald<div>La primera de <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/01/tres-respuestas-al-cyberpunk-0-intro.html">las respuesta al <i>cyberpunk</i></a> que quiero comentar es <i><b>El río de los dioses</b></i>, ganadora del <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/British_Science_Fiction_Association_Award">British SF 2005</a></b>, y nominada al <b>Hugo</b>, del escritor británico <b>Ian McDonald</b> (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Ian_McDonald_(author)">bio</a>/<a href="http://www.isfdb.org/cgi-bin/ea.cgi?Ian_McDonald">biblio</a>).</div><div><br /></div><div>La novela cuenta varias historias simultaneas. Por un lado, <b>Nandha</b> un policía encargado de eliminar Inteligencias Artificiales fuera de control, entra a buscar una misteriosa entidad. <b>Aj</b> una extraña joven contacta a <b>Thomas Lull</b> para que le ayude a buscar a sus padres, mientras <b>Lisa Durnau</b> intenta localizar a Thomas, su antiguo socio/amante en la investigación de “vida artificial”, en una misión patrocinada por el gobierno de US. Todo esto ocurre en medio de una larga sequía que azota a la antigua India, fragmentada en varias naciones al borde de la guerra.</div><div><br /></div><div><i>El río de los dioses</i> es una gran novela, para mi, esta entre las mejores de la década. Ian logra dar una visión de la India y el futuro que es tremendamente realista, y los personajes son muy bien manejados, y la trama tiene muchas piezas sueltas que ajustan perfectamente en un complejo rompecabezas. Lo curioso, es que a pesar de su complejidad, la historia es muy fácil de seguir, y creo, es porque Ian se enfoca mucho en los personajes, y en que estos hagan cosas de forma convincente, sin recurrir a artificios. Es difícil encontrar una novela así, una donde a pesar de que pareciera que hay una conspiración detrás, los personajes son totalmente autónomos y donde la “conspiración” es más el curso de los acontecimientos.</div><div><br /></div><div>Por supuesto, la novela tiene algunas cosas que no me gustan. En general, yo pues quizá un poco por mi doble <i>background</i> tanto en sistemas y biología, soy un tanto escéptico a la importancia que muchas veces se le da a la “<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Conway's_Game_of_Life">vida artificial</a>” (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Cellular_automaton">autómatas de estado finito</a>), que pues parece maravillar a muchos autores de CF :P ejejej. Pero creo que eso va más en mi forma de ver el mundo, y pues aunque creo que se podría haber desarrollado la novela sin ese elemento, no me disgusta para nada el resultado final ;)</div><div><br /></div><div>Ahora bien, comparando esta novela con el clásico <i>cyberpunk</i>, pues esta novela puede caracterizarse como una visión <i>cyberpunk</i>, pero desde los ojos del siglo XXI. Muchos de los elementos del <i>cyberpunk</i> siguen presentes, pero la ambientación, ya no es ochentera, sino por el contrario, mucho más actual. Después de leerla, uno siente que esta frente a una versión actualizada de <i><b>Neuramante</b></i> de <b>William Gibson</b>, novela con la que tiene muchas deudas, pero aún así su desarrollo y tratamiento es muy original.</div><div><br /></div><div>Este “<i>cyberpunk</i>” del siglo XXI tiene algunas diferencias con el que lo precedió en los 80s. Si bien las corporaciones continúan con el dominio económico, su corte es más bien similar a las multinacionales actuales, en vez de versiones superpoderosas de la mafia. El poder de los estados nacionales y el nacionalismo sigue vigente. Así mismo, hay un cambio en la selección de personajes, si bien <i>El río...</i> tiene varios personajes marginales, la mayoría de los personajes son o bien de una clase media muy bien educada (científicos, policías de élite), y con algunos personajes en las esferas máximas del poder. Son estos personajes quienes tienen las verdaderas riendas de la historia. Con este cambió, no es posible estar seguro si los son los barrios y los lugares urbanos decadentes son como los que nos regalaron los <i>cyberpunks</i> en sus novelas.</div><div><br /></div><div>En este punto, no es que la realidad urbana de <i>El río...</i> haya desaparecido. Todo lo contrario, para alguien que ha vivido en el tercer mundo, las calles de la India como las describe Ian, suenan de forma muy familiar. Y eso es muy importante, puesto que en general las novelas más importantes del <i>cyberpunk</i>, ocurren en las grandes ciudades de Europa, US y Asia, pero el verdadero tercer mundo es dejado a un lado.</div><div><br /></div><div>Así, en esta primera respuesta, <i>El rio...</i> es un <i>update</i> del <i>cyberpunk</i>, una novela que sigue con muchos de los lineamientos del movimiento, pero más cercanos a nuestra sociedad actual, y con un interesante giro al tercer mundo.</div><br /><div style="text-align: center;"><span ><br /></span></div><div style="text-align: center;"><a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/"><span ><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="http://i.creativecommons.org/l/by-sa/3.0/88x31.png" /></span></a></div><div style="text-align: center;"><span >Este <span dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" rel="dct:type">obra</span> de <a cc="http://creativecommons.org/ns#" href="http://macrocaos.blogspot.com/" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Salvador Arias</a> está bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/">licencia Creative Commons Atribución-CompartirDerivadasIgual 3.0 Unported</a>.</span></div>Salvahttp://www.blogger.com/profile/01062764779798191688noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-91222901514930896572011-01-27T12:54:00.011-05:002012-01-29T17:41:46.622-05:00Tres respuestas al cyberpunk 0: Intro<div>Hace casi <strike>15</strike> 25 años se <b>William Gibson</b> publico <i><b>Neuromante</b></i>, la novela icono del <i><a href="http://macrocaos.blogspot.com/search/label/cyberpunk">cyberpunk</a></i>. Junto al <i><a href="http://macrocaos.blogspot.com/search/label/new%20wave">new wave</a></i>, el <i>cyberpunk</i> es uno de los movimientos más importantes y controvertidos que ha visto al SF. Independientemente que el movimiento le gustara o no a la gente, su impacto fue bien claro, y hoy es posible ver su influencia en la mayor parte de la ciencia ficción, no solo escrita, sino del cine y tv.</div><div><br /></div><div>El <i>cyberpunk</i>, es un hijo directo de la situación de finales de los 70s y 80s. De cierta manera, es como el equivalente en la SF de lo que el <i>punk</i> fue al rock (<a href="http://www.rudyrucker.com/blog/2008/11/17/early-days-of-cyberpunk/">aquí</a> y <a href="http://www.rudyrucker.com/blog/2008/11/25/two-phil-dick-awards/">aquí</a> <b>Rudy Rucker</b> pone una historia bien vivida sobre el inicio del <i>cyberpunk</i>!). En todos estos años, las cosas han cambiado un montón, mucha de la tecnología del <i>cyberpunk</i> ya esta aquí, y otra nos parece más bien risible (la “matriz” de <i>Neuromante</i>, parece más el ambiente de <i><b>Tron</b></i> (la original) que lo que hoy tenemos como internet... por cierto, hablando de <b><i>Tron</i></b>, ahora con la "secuela" me imagino a Gibson re-escribiendo uno de sus cuentos clásicos xD); también la situación social a cambiado, y así como el <i>punk</i> era para los hijos de los obreros desempleados en los 80s, con bandas fuertemente independientes, sus formas actuales (el <i>neo-punk</i>, o el <i>emo</i>) son formas totalmente comerciales dirigidas a una población joven llena de ipods, celulares e internet.</div><div><br /></div><div>Esos cambios, como no, se ven reflejados en la literatura actual, para muchos, la principal respuesta al cyberpunk ha sido el “<i>post-cyberpunk</i>.” Yo alguna vez escribí que <a href="http://macrocaos.blogspot.com/2009/05/j-g-ballard-1975-rascacielos.html"><b>J.G. Ballard</b></a> era un <i>post-cyberpunk</i> anterior al <i>cyberpunk</i> mismo, aunque seguro esta más cerca de los <i>cyberpunks</i> de que los <i>posts</i>. Pero hay otras maneras de responder al <i>cyberpunk</i>. En esta “serie” de reseñas, escogí 3 novelas de la última década, no se si son las mejores representantes de lo que quiero mostrar, pero son las que he leído más recientemente, y además son, en mi opinión 3 de las mejores novelas de la década, cada una se puede mirar como una respuesta particular al <i>cyberpunk</i>, respuestas muy distintas entre si, y creo que por eso vale la pena darles una ojeada en torno a un tema en particular!</div><div><br /></div><div>Quizá convendría dar una especie de definición, más bien temática de lo que es el <i>cyberpunk</i>, para contextualizar las respuestas. Esto no quiere decir que todos los trabajos del <i>cyberpunk</i> cumplan con todas estas características, pero pues creo que sirven de guía.</div><div><ol><li>El mundo esta dominado por corporaciones o compañias que aglomeran varios sectores económicos diversos, y cuyos intereses van más allá de los estados nacionales. El interior de dichas corporaciones suele ser misterioso y muy sectario, con toda clase de intrigas, facciones y diferentes niveles de corrupción en su interior.</li><li>Los estados nacionales, no tienen prácticamente ningún poder político o social. Excepto quizá el mantenimiento del aparato militar de las grandes potencias.</li><li>La sociedad esta dividida en dos grandes grupos, quienes pertenecen a las corporaciones, con contratos prácticamente vitalicios, que viven aislados del resto del mundo; el segundo grupo, es en general gente que se gana la vida con trabajos más bien informales, no ligados directamente a las corporaciones o como contratistas de estas, muchos de esos trabajos son ilegales, y fuertemente ligados a todo tipo de mercados negros. La mayor parte de los personajes pertenecen al segundo grupo, la gente marginal.</li><li>El sector de las comunicaciones esta dirigido a todo el público. Dominan entretenimientos como los <i>realities</i>, y la vida de las super-estrellas. Internet es más una especie de espacio de realidad virtual, que sigue de forma paralela al mundo real, con objetos y formas “tangibles” en esa realidad. A pesar de ser una tecnología ubicua, su dominio es bastante limitado, a <i>geeks</i> como los <i>hackers</i> (al parecer, para el resto de la gente, les es indiferente).</li><li>Grandes avances en el desarrollo de tecnologías médicas, tanto hormonales como protéticas. Dicho acceso es restringido, lo que genera un enorme mercado negro.</li><li>Muchas drogas y prostitución, en todos los niveles.</li></ol></div><div>Estos son como los puntos comunes que yo más o menos he identificado, como dije antes, hay novelas o historias donde varios de estos puntos son ignorados o modificados, pero de una forma los voy a usar como el marco de referencia en el cual comparar las novelas cuyas reseñas publicare en los próximos días!</div><div><br /></div><div><i>Update</i></div><div>Las tres respuestas:</div><div><ol><li><a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/01/tres-respuestas-al-cyberpunk-1-el-rio.html"><i><b>El río de los dioses</b></i> (2005) de <b>Ian MacDonald</b></a></li><li><a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/02/tres-respuestas-al-cyberpunk-2-al-final.html"><i><b>Al final del arco iris</b></i> (2006) de <b>Vernor Vinge</b></a></li><li><a href="http://macrocaos.blogspot.com/2011/02/tres-respuestas-al-cyberpunk-3-aire.html"><i><b>Aire</b></i> (2004) de <b>Geoff Ryman</b></a></li></ol></div><br /><div style="text-align: center;"><span ><br /></span></div><div style="text-align: center;"><a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/"><span ><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="http://i.creativecommons.org/l/by-sa/3.0/88x31.png" /></span></a></div><div style="text-align: center;"><span >Este <span dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" rel="dct:type">obra</span> de <a cc="http://creativecommons.org/ns#" href="http://macrocaos.blogspot.com/" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Salvador Arias</a> está bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/">licencia Creative Commons Atribución-CompartirDerivadasIgual 3.0 Unported</a>.</span></div>Salvahttp://www.blogger.com/profile/01062764779798191688noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4919957325295113313.post-20874097306110038012010-12-31T13:12:00.005-05:002010-12-31T13:29:01.587-05:00La red social (2010) - Dir. David Fincher<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZ-pjxqAtNaPo9-XgeeCo1P8I69poNaOuSEG_0Iw7qH4MzFIj8Dpe0Er0ICqagxSDGvhctgFufIXfO0f5Klq1XVhVQ39wJ3sLTjcY0W3VSEILTjuzH3j2xqn74IM6ExaX0xSbieQrMM6AF/s1600/social_network.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 127px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZ-pjxqAtNaPo9-XgeeCo1P8I69poNaOuSEG_0Iw7qH4MzFIj8Dpe0Er0ICqagxSDGvhctgFufIXfO0f5Klq1XVhVQ39wJ3sLTjcY0W3VSEILTjuzH3j2xqn74IM6ExaX0xSbieQrMM6AF/s200/social_network.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556912355882912130" border="0" /></a>Es como una mezcla de <span style="font-style: italic;">Trainspotting</span> (sólo que en lugar de drogas tiene computadores) con Harry Potter (sólo que en lugar de magia tiene computadores) y <span style="font-style: italic;">Hackers</span> (sólo que en lugar de Angelina Jolie tiene a Justin Timberlake), que nos confirma que, así como en los noventa el héroe era el paranoico y en la primera década del siglo XXI era el amnésico, se viene ahora una década de héroes con Asperger.<br /><br />Querido <a href="http://www.youtube.com/watch?v=xTgKRCXybSM">David Fincher</a>: aunque aparentar ser Danny Boyle es más interesante que querer ser Zemeckis o Ron Howard, sigo sin saber en qué momento o por qué te perdimos (bueno, <span style="font-style: italic;">La habitación del pánico</span> deprimiría a cualquiera que la hubiera dirigido, así fuera el mismísimo rey de la desvergüenza, George Lucas).<br /><br />Lo que no acabo de entender del todo es qué necesidad (o pertinencia) hay de reseñar esta película en páginas de ciencia ficción (no me extrañaría verla incluso nominada para los Hugo del año entrante).<br /><br />Calificación: tres millones y medio (de amigos, de enemigos o de dólares).F.http://www.blogger.com/profile/00568173766927857666noreply@blogger.com1