sábado, 31 de octubre de 2009

DAN SIMMONS - Tres novelas de terror

Para mi Dan Simmons (bio) es casi lo mismo que decir Hyperion. Aunque pues ciertamente es muy famoso en la CF, su mayor campo de acción es el terror, donde tiene asegurado el Locus para cada novela que publique ;), lo que demuestra que es enormemente popular en el género. Celebrando el 31 de octubre, aquí reseño algunas de sus novelas de terror (o "fantasía oscura").

La canción de Kali (1985). Esta fue la primera novela de Simmons, y le valió el World Fantasy. Bobby Luzcak va a Calcuta a buscar a un poeta, M. Das, que había desaparecido hacía 20 años, y del que dicen esta vivo y quiere volver a publicar. Una vez en Calcuta, Bobby queda impactado con la miseria de la ciudad, y con el supuesto destino de Das. La novela es fácil de leer, y aunque es corta, el tempo es lento. No se, pero me parece que su descripción de Calcuta es más una especie de cliche de la miseria del tercer mundo. No tengo idea de como sera Calcuta xD, pero la novela refleja más la Calcuta que deben ver los turistas (lo cual es adecuado, tratándose de que el protagonista es prácticamente eso), más que de la Calcuta llena de oscuras redes criminales a la sombra, que es lo que me parece pretende la novela. La más simple de las novelas de Simmons que he leído, es floja.

Los vampiros de la mente (1989). En ingles es Carrion confort (mmm, algo así como "La comodidad en la carroña"?). Fue nominada al World fantasy, y gano el Locus y el Stocker. Unos telépatas que controlan por completo a los humanos normales se enfrentan entre si, dejando una espectacular estela de cadáveres en Charleston, que incluyen al padre de Natalie. Uno de los telépatas es Willi que desea entrar a una especie de club que otros de esos telépatas forman, y que tiene gran influencia sobre la política, especialmente de US, y de los negocios, también de US. Saul, que alguna vez fue "usado" por Willi, quiere terminar con sus fechorías y se une a Natalie, y a Rob, un sheriff que investiga las muertes de Charleston.

La novela es larga, muy larga, hay incluso una super batalla en la mitad, que lo deja a uno como si se hubiera acabado el libro, pues después de eso, casi que todo vuelve y comienza. Y para los amantes de la sangre a montones, pues casi que hay mas sangre que palabras, hay toda clase de muertes grotescas, con toda la clase de muertes que uno quiera imaginar, golpes, colgados, cuchillos, desmembrados, balas, explosiones.

Lo más interesante, es que aunque es evidentemente una novela de horror, hay un elemento CF, en el sentido en que los poderes telepáticos, el principal elemento "fantástico" del libro, se lo enmarca dentro de un marco científico, he independientemente de la validez de dichos razonamientos, estos son coherentes y le dan un aspecto más mundano a la historia (aunque nunca queda claro como funciona la elevada vitalidad de los "vampiros"). Esta novela tiene muchísimas más páginas de las que necesitara (según parece es una hiper-expación de un relato que había escrito unos 5 o 6 años antes), pero tiene muchas cosas buenas e interesantes.

Los fuegos del edén (1994). Ganadora del Locus. Es una novela con dos historias paralelas, en diferentes épocas, en la isla de Hawaii, entre sendas erupciones del Mauna Loa y el Mauna Kea. La historia actual es en un hotel de millonarios que esta en venta, y que de pronto es escenario de desapariciones y asesinatos. La otra, mucho más interesante, es un diario donde Mark Twain y la protagonista se encuentran en una guerra sobrenatural entre los dioses hawainos. A diferencia de La canción ..., donde los elementos sobrenaturales son apenas insinuados, esta novela es 100% fantasía. De cierta forma, la parte actual de la novela no tiene la gracia de su contraparte del siglo XIX, que tristemente, solo quiere dar el marco de lo que sucede en la actualidad. Pero la parte actual, escrita más bien en ese estilo del best-seller gringo, pierde rápidamente fuerza, y los personajes se hacen estáticos, como esperando ver que sucede, entretanto, los personajes del "pasado" son más activos, se mueven en un mundo mágico, pero nunca están a la espera, y donde Simmons puede dar cabida a un estilo más coloquial y menos prefabricado. Aún así, pues no pasa de ser nada más que una novela entretenida.

En general, pues no se, no diría que me decepciono. Las tres novelas son entretenidas, pero carecen por mucho de la riqueza de imágenes, lo detallado y lo complejo de Hyperion. No es por la longitud: los vampiros ... es masiva, pero más bien lineal.

Por ahora voy a descansar por un rato de Simmons xD, y espero después leer su regreso a la CF. Ojala, recupere la forma que tenía en Hyperion :)!

Pd. Por cierto, me parece bien raro que las obras de Simmons no peguen en Hollywood...



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domingo, 11 de octubre de 2009

La fotografía que huye: Una filmografía steampunk

En Tor.com octubre es el mes del steampunk. Me parece que eso debería decirnos algo. ¿Es el steampunk un disfraz que se ponen otros géneros o es un género que ha existido siempre, tal vez desde la creación del mundo o la caída de Federico Barbarroja de su caballo, y que no hemos notado por los muchos disfraces que le gusta vestir? Es un gran misterio. Tan grande que aunque me atreviera a sondearlo seguro me enloquecería en los primeros centímetros de superficie, así que es mejor dejarlo de ese hondo.

Sin embargo, a manera de única temeridad, quiero presentar la siguiente filmografía de algunos clásicos del steampunk que aún esperan su merecido reconocimiento. Las razones de que no lo hayan recibido se me escapan y soy muy flojo para seguirlas. Tal vez (no soy tan flojo en cambio como para rechazar una especulación) no había llegado su hora y necesitaban permanecer ocultos, de acuerdo con la naturaleza truculenta del género que representan, o tal vez las fuerzas del mal que rigen el mundo y que habían silenciado (y diezmado, digámoslo de una vez) al steampunk y a sus representantes movieron cuanto hilo para postergar tal hora, no sin violencia ni conspiración, invirtiendo cantidades industriales de energía que no habrían podido conseguirse de otra manera que no fuera siendo parte del círculo interno.



Le Voyage dans la lune (1903)
A principios de siglo Georges Méliès se atrevió a imaginar una historia alterna en la que el hombre (los franceses, por lo menos) llegaba a la Luna antes de 1969. Como anticipación, en lo único que acertó fue en los colores.

The General (1926) y Steamboat Bill, Jr. (1928)
En estas películas uno de los personajes principales es una máquina de vapor.

Lo que el viento se llevó (1939)
Ucronía que combina la Guerra Civil de los Estados Unidos con zombis: pocos lo notan, pero los actores ya están muertos.

Alicia en el País de las Maravillas (1951)
Reflexión temprana sobre la psicodelia en un bidimensional XIX victoriano.

Oliver! (1968)
¿Qué pasaría si los personajes de Dickens cantaran y bailaran?

La naranja mecánica (1971)
Su título la delata.

They Might Be Giants (1971)
Aunque es más bien slipstream, se trata de una historia donde el protagonista canaliza a Sherlock Holmes y su psiquiatra al doctor Watson, en Nueva York.

Los imperdonables (1992)
Western en un mundo alterno donde los pistoleros llegan a viejos.

La señora Brown (1997)
Mundo alterno donde la reina Victoria tiene la cara de Judi Dench.

Amélie (2001)
Su sutil exploración de los temas steampunk podría valerle la exclusión apresurada de la filmografía canónica, pero, sin ir más lejos, sólo hay que recordar que el camino de los protagonistas se cruza una y otra vez en una estación de tren, y que hay muchas fotos, invento de ese siglo demente. También hay un gnomo burlón, un soldado que vuelve de la muerte, un caballo y música de acordeón. Por no hablar de que ocurre en París, que es como Londres pero en francés.

viernes, 2 de octubre de 2009

En palabras de otros - Walter M. Miller, Jr.

Los buitres se pavonearon, compusieron sus plumas y se pelearon sobre la cena; todavía no estaba lo suficientemente curada. Esperaron unos días la llegada de los lobos. Había para todos. Finalmente se comieron al poeta.

Como siempre, los rapaces negros del cielo, llegado el momento, depositaron sus huevos y alimentaron amorosamente a sus crías. Se mecieron en lo alto sobre los prados, montañas y llanuras, buscando el cumplimiento de esa parte del destino de la vida, que era el suyo, de acuerdo con los planes de la naturaleza. Sus filósofos demostraron razonablemente y sin ayuda de nadie que el supremo Cathartes aura regnans había creado el mundo especialmente para los buitres. Lo veneraron durante siglos con tremendo apetito.
—Walter M. Miller, Jr., Un cántico para Leibowitz
(Trad. I. Peypoch)