Aunque admitamos que los autores deban poner límites a las habilidades de sus magos con el fin de controlar las posibilidades de conflicto, es evidente que aquí tenemos una gran inconsistencia. Que Kargad sea un pueblo dedicado a la conquista con medios meramente físicos en un mundo de magos parece, como mínimo, arriesgado; que Gont, terreno propicio para el crecimiento de magos, sólo tenga a un cuidador de cabras precoz para defenderla suena improbable.Eso es de James Cawthorn y/o Michael Moorcock en el libro Fantasy: The Best 100 Books, a propósito de Un mago de Terramar de Ursula K. Le Guin.
Si mucho no me desmemorio, Un mago fue el primer libro de Le Guin que leí. Me voy a excusar diciendo que entonces no era tan atento. Pero la verdad es que no creo que lo haya sido alguna vez y creo que a estas alturas de la vida todavía se me pasan cosas por el estilo.
Prueba (sí, cómo no) de que la verosimilitud en la ficción se beneficia más de lectores desatentos que de autores diligentes.
3 comentarios:
Hola, me gustaría ponerme en contacto contigo, acerca de una colaboración que te podría interesar.
Espero tu correo,
Un saludo, Diego
... Volviendo al tema del post xD, a mi me parece que en general el universo que Ursula creo para Terramar es bien coherente, un mundo con magos, pero con muchas regiones donde la magia es desconocida o a perdido popularidad (por eso los Kargos...). Pero el punto de Moorcock es bien valido, en general, la magia genera un pocotón de inconsistencias lógicas, lo mismo es valido para casi toda la CF... y bueno, esa es la gracia, no? Especular sobre eso ;).
Creo que a la larga los lectores son más permisivos con la consistencia del mundo, mientras los personajes sean y se comporten de una manera más o menos razonable!
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