El mundo como lo conocemos ha desaparecido, únicamente sobrevive el hombre de la nieve, que es como una especie de guía de unos extraños humanoides, los hijos de crake. El hombre se ha quedado sin comida, así que parte a una ciudad abandonada, y recuerda como en su juventud el fue amigo de Crake (el creador de los hijos), como se enamoró [y obsesionó] de Oryx, y como vivía en una sociedad que colapso rápidamente.
La novela es brutal. Margaret consigue describir una sociedad fuertemente tecnológica y consumista, donde las grandes empresas farmacéuticas y de biotecnología mueven enormes cantidades de dinero, produciendo en forma industrial comida y órganos humanos. Es un mundo de abundancia, pero también lo es de pobreza, y quienes no consiguen vivir de alguna manera empleados por las grandes empresas, se hayan condenados a la miseria.
Es posible pensar que Margaret tiene la ventaja de contar una historia en nuestra propia sociedad, lo que le permite crear un cuadro tan realista del mundo. Pero ciertamente son pocos los escritores que alguna vez han conseguido mostrar nuestra sociedad de forma tan siniestra, y que a la vez sea tan realista, y que este tan cerca a nosotros, quizá demasiado, quizá es por eso que da tanto miedo.
Otro punto fuerte, es por supuesto, su escritura. No es difícil darse cuenta porque consiguió ganar el premio Príncipe de Asturias (el más importante de la lengua española). Margaret tiene un excelente estilo cargado de un humor negro muy sutil. La novela esta llena de detalles y presentaciones que son presentados de una forma realista, al parecer libres de juicios morales, pero todo es una muy bien concebida estrategia, de forma que el hilo moral se percibe, y que el realismo (o mejor, su supuesta neutralidad) suene como una especie de burla. Pero lo que me gusta, es que Margaret no se burla del lector, todo lo contrario, lo invita a que sea el quien da sentido a ese oscuro humor.
Quizá eso sea lo que da ese aire aterrador y perturbador a la novela, el que Margaret haga que sea uno el que le de ese aire a la novela.
Otra punto a favor de la novela, es su manejo de la tecnología y desarrollo de la biotecnología. En pocas historias de ciencia ficción hay un manejo de la biología tan bien planteado. Cierto Margaret no nos da detalles técnicos, pero el ambiente científico y los desarrollos mostrados son muy realistas, con experiencias y desarrollos claramente plausibles, y aunque otros sean ciertamente fantasiosos (específicamente los hijos de Crake), su presencia es justificada para el desarrollo de la historia, y en ningún momento se siente artificial.
Quizá, gracias a sus comentarios en donde muchas veces se refiere con desdén a la ciencia ficción, es que esta obra no fue muy apreciada dentro del fandom de la CF, y es una tristeza, porque la comunidad se puede estar perdiendo de una de las mejores piezas de la primera década del 2000, y para mi, entre las grandes del género.
Muy recomendada, una excelente novela.
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